Los hogares han adoptado diferentes estrategias para ajustar sus decisiones de consumo ante un escenario de elevada inflación. Entre las vías para amortiguar el impacto del incremento de los precios sobre el consumo, las familias se han visto obligadas a recurrir al crédito y a incrementos en su oferta laboral como un segundo trabajo o trabajar más horas.
Así queda recogido en el último Boletín Económico publicado por el Banco de España sobre 'La reacción de los hogares ante el repunte de los precios en España y en la UEM', donde se destaca que, gracias precisamente a estas estrategias, el consumo se ha mantenido en una senda de recuperación en los últimos trimestres y ha alcanzado, a finales de 2023, los registros previos a la pandemia.
En detalle, el documento expone que las estrategias más utilizadas para hacer frente al repunte en los precios fueron buscar mejores alternativas de compra, como ofertas, reducir el ahorro y rebajar el gasto. Además, en España, los hogares habrían recurrido en mayor medida que los de la UEM al crédito y a ampliar su oferta laboral.
En concreto, la proporción de individuos que indican haber recurrido a préstamos para hacer frente a la evolución de los precios es 2,3 puntos porcentuales mayor en España que en la UEM, en consonancia con la evolución más dinámica del crédito al consumo que se ha observado recientemente en nuestro país. Asimismo, el porcentaje de los que señalan haber aumentado la oferta laboral para adaptarse a la evolución de los precios es también algo superior en nuestro país (1,2 puntos porcentuales) que en la eurozona.
En cambio, el porcentaje de hogares que indican haberse basado en un incremento salarial para hacer frente al incremento de los precios es similar en ambas economías.
Además, las acciones empleadas para adaptarse a la evolución de los precios han variado en función de las distintas características de los hogares. Entre los hogares con un volumen reducido o inexistente de activos líquidos, el porcentaje que indica haber incrementado su oferta laboral trabajando más horas en su puesto habitual o buscándose un segundo empleo, haber recurrido al crédito para hacer frente a la evolución de los precios o haber reducido sus niveles de gasto como consecuencia de la inflación es más elevado que entre el resto de familias.
Por el contrario, la proporción de los hogares que se han beneficiado de un incremento salarial, ya sea manteniendo su trabajo o cambiando a otro, es más elevada en el grupo que dispone de un colchón de liquidez holgado, lo que probablemente refleja un poder de negociación relativamente más fuerte en este grupo de población, en el que se concentran trabajadores con puestos de trabajo que requieren conocimientos más específicos.
En cuanto a las previsiones de cara a los próximos 12 meses, los hogares españoles anticipaban un mayor incremento en su oferta laboral para absorber la evolución de los precios que en el pasado reciente. Concretamente, el porcentaje de individuos que esperaban ajustes en este aspecto era 8 puntos porcentuales superior al de aquellos que indicaban haber aumentado sus horas de trabajo en los doce meses anteriores.
Asimismo, la proporción de hogares que, con el fin de ajustarse a la evolución de los precios, preveían retrasar la compra de bienes duraderos y reducir su nivel de gasto se eleva en 3,6 puntos porcentuales y 5,2 puntos porcentuales, respectivamente, en comparación con lo observado en los doce meses previos.
En contraposición, el porcentaje de hogares que esperaban recurrir a préstamos para hacer frente a la evolución de los precios en los siguientes doce meses era 1,8 puntos porcentuales inferior al de aquellos que indicaban haberlos solicitado con este fin en los doce meses anteriores.