"La transmisión a la actividad real y a la inflación del endurecimiento de la política monetaria estaría empezando a materializarse ya", según percibe el Banco de España, que cree que "el grueso de los efectos se percibirá a partir de este año". Así se refleja en su 'Informe Anual'.
En el documento, el organismo detalla que, según el Modelo Trimestral del Banco de España (MTBE), el endurecimiento de la política monetaria en los últimos trimestres habría reducido la inflación en España en 2022 en unos 0,2 puntos porcentuales.
"Sin embargo, dados los considerables retardos entre las acciones de política monetaria y su efecto en la actividad y en la inflación, el impacto máximo sobre esta última se espera que se materialice a partir de este año", matiza.
En particular, según las estimaciones realizadas, el endurecimiento de la política monetaria reduciría la inflación en 0,5 puntos porcentuales en 2023, mientras que el impacto sería de 0,6 puntos porcentuales tanto en 2024 como en 2025. En el caso del Producto Interior Bruto (PIB), dicho endurecimiento habría reducido el ritmo de avance del producto en 2022 en 0,6 puntos porcentuales, si bien su impacto máximo, de alrededor de 1,1 puntos porcentuales, se espera en 2024.
"El efecto del tipo de cambio y la sustitución intertemporal serían las dos vías principales de transmisión a la inflación. El desglose por canales muestra la importancia, en los dos primeros años (2022-2023), del efecto sobre la inflación en España de la apreciación del tipo de cambio del euro asociada al endurecimiento de la política monetaria".
Por otra parte, a partir de este mismo año, el Banco de España espera que la contracción del gasto de los agentes económicos por el aumento de los tipos de interés (efecto sustitución intertemporal) sea el principal factor de presión a la baja sobre la inflación y el crecimiento del PIB, siendo también relevante, aunque en menor medida, el efecto renta.
"Estos efectos estimados podrían subestimar el impacto macroeconómico que estaría asociado al rápido e intenso aumento que se ha producido en los tipos de interés. Esto respondería, fundamentalmente, a dos factores". Como señala el organismo, en primer lugar, el ciclo actual de endurecimiento de la política monetaria está siendo especialmente intenso, tanto por su magnitud como por su velocidad, "lo que podría dar lugar a la existencia de efectos no lineales que no pueden ser capturados por modelos lineales, como el MTBE".
Un ejemplo de estos efectos no lineales estaría asociado a la materialización de episodios disruptivos en los mercados financieros, como los que se observaron, si bien de manera relativamente transitoria y contenida, a comienzos del pasado mes de marzo ante las dudas sobre la solvencia y liquidez de algunos bancos, principalmente estadounidenses.
En segundo lugar, apunta a que las estimaciones anteriores ignoran el potencial efecto amplificador sobre la actividad agregada que podría derivarse de la incidencia (tan asimétrica) que el actual proceso de endurecimiento de la política monetaria está teniendo sobre distintos tipos de hogares y de empresas.