El Banco de España ha elevado al 6,3% su previsión de crecimiento económica para nuestro país en este año, mientras que para 2022, espera que el avance sea del 5,9%, según las proyecciones macroeconómicas presentadas este martes por el organismo, que destaca que siguen sujetas a un elevado grado de incertidumbre, aunque esta se habría reducido algo con respecto a meses anteriores.
Esta incertidumbre sigue vinculada, a corto plazo, a la evolución de la pandemia y al proceso de inmunización de la población, y a medio plazo, a las consecuencias de la crisis. En las actuales proyecciones se anticipa que los avances en el proceso de inmunización de la población permitirán una reducción gradual de las medidas de contención de la pandemia en los próximos trimestres, hasta su plena desaparición a finales de 2021.
En lo que respecta a las consecuencias de la crisis, el Banco de España espera que sus secuelas sobre la capacidad productiva sean moderadas. En relación con los posibles cambios en el comportamiento de los agentes como consecuencia de la crisis, se prevé una reducción relativamente rápida de la tasa de ahorro desde sus elevados niveles actuales, aunque al final del horizonte de proyección se mantendría algo por encima de su nivel previo a la pandemia.
Por otro lado, los flujos de turismo procedentes del resto del mundo no alcanzarían una normalización casi plena hasta 2022, una vez superada la crisis sanitaria.
Tras el descenso del producto de la economía en el primer trimestre, esta elevada tasa reflejaría la notable recuperación que ha empezado a observarse ya en el trimestre en curso y que se intensificaría en el segundo semestre del año. El dinamismo de la actividad respondería a los avances en la vacunación, la disminución de la incertidumbre, la recuperación de los mercados de exportación y el continuado impulso de las políticas económicas, incluidos el programa europeo NGEU y la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE).
Además, este notable crecimiento en lo que resta de año daría lugar a un importante efecto arrastre en 2022, de modo que el PIB presentaría un avance también elevado el próximo año, antes de moderarse en 2023 (hasta el 2%). Se estima que el nivel de PIB previo a la pandemia se recuperaría hacia finales de 2022.
En comparación con las previsiones de marzo, las actuales conllevan una revisión al alza del crecimiento del PIB en 2021 y 2022, lo que refleja el impacto positivo del cambio en los supuestos sobre los que se anclan las proyecciones y el mayor dinamismo de la actividad que se proyecta para el trimestre en curso.
Por lo que respecta a los precios, la inflación subyacente se elevará paulatinamente, al compás de la recuperación progresiva de la demanda de bienes y servicios de consumo (particularmente en las ramas más afectadas por las medidas de contención). Se mantendrá, en todo caso, en niveles moderados a lo largo de todo el horizonte de proyección, hasta alcanzar, en promedio, el 1,1% en 2023.