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Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de EspañaAPIE - Archivo

El Banco de España cree que el potencial impacto del actual contexto de incertidumbre sobre el sector bancario exige extremar la prudencia. "Las entidades tendrán que aumentar sus provisiones para poder cubrir las potenciales pérdidas", ha expresado el gobernador del organismo, Pablo Hernández de Cos.

"En un horizonte algo más amplio (que puede extenderse uno o dos años), es cuando se manifestarían buena parte de los efectos negativos sobre la capacidad de hogares y de empresas para hacer frente a sus obligaciones financieras del contexto actual y previsto. Como consecuencia, las entidades tendrán que aumentar sus provisiones para poder cubrir las potenciales pérdidas", ha señalado durante la inauguración del V Foro de Banca organizado por 'El Economista'.

Según ha detallado Hernández de Cos, la estimación del impacto del actual contexto sobre la rentabilidad y solvencia del sector bancario resulta complejo. Por un lado, el aumento de los tipos de interés supondrá que las nuevas operaciones de préstamo generarán mayores rendimientos, al igual que los préstamos ya existentes concedidos a tipo variable. Así, cabe esperar que los ingresos brutos aumenten, en particular en el corto plazo.

Sin embargo, sus costes de financiación también se verán impulsados al alza, tanto los correspondientes a los instrumentos de deuda emitidos en los mercados financieros como los depósitos. Además, cabe esperar que el volumen de depósitos se vea impulsado al alza, al aumentar su remuneración y debido al entorno de incertidumbre.

Por otra parte, el aumento de los tipos de interés también se traduce de forma inmediata en una revisión a la baja de las valoraciones de los títulos de renta fija, pública y privada, que las entidades tienen en sus balances.

Hernández de Cos ha concluido su intervención destacando que nos encontramos ante una situación macrofinanciera "muy compleja, caracterizada por la elevada inflación, el endurecimiento de las condiciones de financiación y el aumento de la incertidumbre, que ha provocado ya una desaceleración de la actividad económica en el tercer trimestre y una revisión a la baja generalizada de las perspectivas de crecimiento para los trimestres siguientes".

En este contexto, cree preciso que se extreme la prudencia y se haga un seguimiento minucioso de los riesgos, que pueden experimentar una evolución adversa de forma rápida y obligar a plantear nuevos escenarios de tensión. "Todo ello nos lleva a recomendar a las entidades que sean muy cuidadosas con su política de provisiones y con su planificación del capital en los próximos trimestres".

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