Los miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) han decidido por unanimidad mantener los tipos de interés en el 0,75%, en pleno caos por el aplazamiento del Brexit.
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No espere nada de la reunión de la UE: "Habrá indulto de última hora en el Brexit"A tan sólo ocho días de que se active el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regula el proceso de divorcio, la entidad también ha dejado sin cambios sus compras de activos, a un ritmo de 435.000 millones de libras mensuales (501.209 millones de euros) para las compras de bonos soberanos y 10.000 millones de libras esterlinas (11.522 millones de euros) la emisión de reservas del banco central para financiar la compra de deuda corporativa. Asimismo, el regulador monetario presidido por Mark Carney estima que el crecimiento del PIB será del 0,3% en el primer trimestre de 2019.
El BoE esperaba que esta fuera su última reunión antes del Brexit, pero la primera ministra, Theresa May, solicitó a la Unión Europea (UE) una extensión del plazo hasta el 30 de junio. Esto significa que los responsables políticos del banco central se han quedado en el limbo a la hora de implementar su plan para aumentos de tasas limitados y graduales en los próximos meses.
Las actas de la entidad reflejan exactamente lo que habían previsto los analistas y el mercado: que el banco central está atado de pies y manos hasta que "no se disipe la niebla del Brexit", tal como indican los expertos de TD Securities. "Las expectativas cambiantes sobre la naturaleza y el momento de la retirada del Reino Unido de la UE han continuado generando volatilidad en los activos, en particular el tipo de cambio de la libra esterlina", comenta el banco central. Por lo que estima que las perspectivas económicas "seguirán dependiendo en gran medida de la naturaleza y el momento" del divorcio.
"El camino de la política monetaria se supeditará a la evaluación de estos efectos sobre la demanda, la oferta y el tipo de cambio", prosigue el supervisor monetario de Reino Unido. Y, por lo tanto, "la respuesta de la política monetaria al Brexit, sea cual sea la forma que tome, no será automática y podría ser en cualquier dirección", agrega.
La libra ha cedido hasta la franja de los 1,31 dólares tras la publicación de la decisión de política monetaria y las actas del BoE, desde donde se ha recuperado marginalmente. No obstante, acumula caídas del 0,5% en la jornada.
La decisión sobre la tasas del 'la Vieja Dama de Threadneedle Street' se produce después de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) abandonara el miércoles los pronósticos de cualquier incremento del precio del dinero este año, a causa de las señales de desaceleración económica. Los participantes del mercado mantienen su desconcierto por la postura moderada de la Fed, pero el frenazo del crecimiento mundial sigue afectando la confianza de los inversores.
El mes pasado, el BoE ya rebajó drásticamente su perspectiva económica para 2019 al 1,2%. En noviembre, el banco central había proyectado un crecimiento del 1,7% este año. Para 2020, se espera que el crecimiento económico se desacelere al 1,5%, desde el 1,7%.
En las actas de este mes de marzo, el banco central ha insistido en su pesimismo sobre la desaceleración del crecimiento global, al igual que en su visión del resultado mixto de los datos macroeconómicos domésticos. No obstante, se ha reafirmado en la vigencia de las proyecciones del mes de febrero.
Por otra parte, una encuesta del BoE muestra que el 80% de los empresarios está preparado para un Brexit 'duro'.