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"Un problema evidente de comunicación"; "Uno de los mayores errores de comunicación que puede cometer un banquero central"; "Una actuación particularmente desconcertante"; "Mensajes contradictorios y confusos"...

Las críticas por la forma de proceder del Banco de Inglaterra (BoE) desde que lanzara, el pasado 28 de septiembre, una intervención de emergencia, con un programa de compra de bonos de 65.000 millones de libras para frenar el desplome de los gilts (bonos del Estado a largo plazo), se suceden. El 'minipresupuesto' del canciller de Economía, Kwasi Kwarteng, presentado el 23 de septiembre, fue el germen de una situación caótica que el BoE ha alimentado. El panorama se ha tensionado hasta tal punto que lo que ocurra finalmente este viernes, 14 de octubre, cuando está previsto que termine el programa, podría ser recibido de manera especialmente violenta por el mercado (libra, bonos, bolsas...) más por cómo se han hecho las cosas que por lo que en sí se ha hecho.

La libra ha ido y venido a lo lardo de estas dos semanas al son del BoE, que este lunes y martes comunicó dos nuevas 'actualizaciones' en el marco de su intervención (aumentó la dotación diaria de compras hasta 10.000 millones de libras e incluyó las compras de gilts indexados), y que ha mostrado una forma de actuar que muchos han calificado de "improvisada".

"Los comentarios de Bailey crean una sensación en el mercado de estar al borde del acantilado"

A todo esto se suma que el gobernador del organismo, Andrew Bailey, fue tajante el martes al afirmar que el programa finalizará sí o sí este viernes, como estaba previsto, algo que muchos consideran un sinsentido dado que las entidades han dicho que necesitan más tiempo para evitar que se repitan las ventas que el propio Banco de Inglaterra ha tratado de frenar con su intervención.

"Los comentarios de Bailey son extraños, ya que se contradicen directamente con el objetivo expreso de la intervención en el mercado de bonos. (...) Va a contracorriente de lo que se pretende conseguir. Crea una sensación en el mercado de estar al borde del acantilado -'cliff-edge'-, lo que puede conducir a una mayor volatilidad", advierte Neil Wilson, director de análisis de Markets.com.

Por si todo esto fuera poco, las filtraciones y rumores entraron en escena este miércoles de la mano de 'Financial Times', que aseguró, aludiendo a varias fuentes y contradiciendo al propio Bailey, que el BoE está estudiando extender su programa más allá de esta viernes y que tomará una decisión hoy jueves o el mismo viernes. Tras esta noticia, que llevó a la libra a niveles de 1,106 frente al dólar y permitió que se recuperara de la fuertes caídas que provocaron las declaraciones de Bailey, un portavoz del Banco de Inglaterra salió al paso y reiteró que el fin del programa tendrá lugar mañana, tal y como estaba previsto. Los rendimientos de los gilts se dispararon este miércoles en medio de las noticias cruzadas, marcando máximos de varios años vistos a finales de septiembre.

"Aunque la esperanza dentro del banco central será que sus medidas de emergencia hayan permitido a los fondos de pensiones recalibrarse y hacer frente a la vulnerabilidad en el mercado de bonos, si no resulta ser así, sería ridículo tirar la toalla en lugar de ampliar las medidas hasta finales de mes, cuando tengamos el presupuesto completo", opina Craig Erlam, analista senior de Oanda. Cabe recordar que Reino Unido ha adelantado la presentación de su plan fiscal al próximo 31 de octubre.

Erlman advierte de que "otro paso en falso" del Gobierno, como el que se ha producido con el polémico 'minipresupuesto', "podría causar una carnicería". "El Banco de Inglaterra puede comprar tiempo al gobierno por ahora, pero no es una solución permanente", avisa.

Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres, también considera que plantear el fin del programa de forma tan tajante no ha sido lo más inteligente. "Los mercados no funcionan así y una mayor volatilidad en los próximos días podría aumentar la perspectiva de otro giro de 180 grados y asestar otro golpe a la credibilidad del banco central, así como a la del propio Bailey", reconoce.

Y EL FTSE 100... AGUANTA

Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank, cree que los inversores "se están preparando claramente para una mayor caída de los bonos soberanos de Reino Unido y de la libra". Sin embargo, la Bolsa británica aguanta el tipo. "El Ftse 100 podría beneficiarse de los recortes de la libra, ya que tiene una alta exposición a los valores energéticos y mineros, y el desmoronamiento de la libra hace que las rentables petroleras británicas, por ejemplo, sean más asequibles para los inversores internacionales", explica al respecto.

Esta es sin duda la razón, añade, por la que el Ftse se ha mantenido más resistente en comparación con el S&P 500. El índice ha bajado menos del 8% desde el comienzo de este año, mientras que el S&P 500 ha perdido más del 25% desde el máximo de enero.

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