Los bancos que tarden en ofrecer opciones de pago de nueva generación en España podrían perder hasta 375 millones de euros, el 6,4% de sus ingresos, en los próximos tres años, según el informe de Accenture 'Payments Gets Personal'.
Desglosado por regiones geográficas, el informe identificó que, en Europa, donde más del 55% de los consumidores no utilizan tarjetas de crédito con regularidad, están en riesgo más de 3.370 millones de euros de ingresos por pagos, 34.000 millones de dólares en Norteamérica, más de 25.000 millones en Latinoamérica y más de 24.000 millones de dólares en Asia-Pacífico.
Los métodos de pago tradicionales siguen predominando entre los consumidores, pero la nueva generación de ellos está ganando terreno rápidamente. Aunque en España aún hay un elevado uso de métodos de pago tradicionales -como el efectivo (utilizado por el 83% de los encuestados); las tarjetas de débito (66%) y las tarjetas de crédito (46%)- la mitad de los consumidores encuestados utilizan monederos digitales y el 29% confirma que también lo hace mediante aplicaciones de envío y recepción de dinero de cuenta a cuenta.
Accenture prevé un impulso de los pagos biométricos. Según los datos, cuatro de cada diez encuestados a nivel global (39%) creen que es probable que el uso de la biometría se generalice de aquí a 2025, y el 8% afirma que estaría dispuesto a utilizarla como método principal de pago en persona, si estuviera disponible, de aquí a 2025.
Por otro lado, la investigación también revela que factores macroeconómicos externos, como la inflación y el aumento de los tipos de interés, están influyendo en las opciones de pago de los consumidores, que buscan reducir los intereses de sus deudas. A nivel global, casi un tercio (31%) de los usuarios de tarjetas de crédito declararon que están considerando la posibilidad de cambiar a otros instrumentos de pago para las compras en persona y algo más de la mitad (54%) de ellos tienen previsto utilizar métodos de pago sin intereses, como tarjetas de débito, efectivo y financiación 'compra ahora y paga después'.
"A medida que los consumidores reevalúan su forma de pagar y de mover su dinero, los proveedores de pagos tradicionales están perdiendo su control sobre la experiencia de pago en favor de nuevos participantes en el mercado. Esta amenaza para los ingresos de la banca se ve agravada por la actual volatilidad económica, la aceleración de la digitalización y la demanda de los consumidores de pagos fluidos", comenta el responsable de Pagos de Accenture, Jorge Sánchez.