La banca europea ha decidido devolver de forma anticipada 5.134,61 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE) procedentes del segundo programa de operaciones de financiación a largo plazo con objetivo específico (TLTRO-II), que tuvieron lugar entre 2016 y 2017, según informaron las entidades al instituto emisor.
Noticia relacionada
El BCE alerta de una cadena de quiebras empresariales si se retiran las ayudasLa decisión de devolver estos fondos se produce menos de una semana antes de que el BCE adjudique la penúltima ronda del programa TLTRO-III. En la última ronda, celebrada en septiembre, el instituto emisor cerró la ronda con peticiones de liquidez por valor de 174.464,05 millones. Desde que dio comienzo el programa, los bancos han pedido casi 1,7 billones de euros.
El BCE también celebra el próximo jueves su reunión ordinaria de política monetaria, la última que tendrá lugar este año. En ella se presentarán sus proyecciones macroeconómicas trimestrales y, en función de ellas, el BCE decidirá si ajusta sus instrumentos como respuesta a la crisis económica. Sobre la mesa está la posibilidad de extender el plazo de vencimiento su programa de compras de activos contra la pandemia (PEPP) o incluso elevar su cuantía, situada en 1,35 billones.
Desde la cuarta subasta del programa, se aplican las condiciones más ventajosas hasta la fecha para las operaciones de liquidez. En abril, el BCE decidió mejorar su remuneración, por lo que el tipo de interés a aplicar es 50 puntos básicos inferior al tipo medio aplicado en las operaciones de refinanciación. Esto significa que los bancos le cobrarán un 0,5% al BCE por el dinero que le pidan prestado en el marco de estas operaciones, ya que el tipo de interés de referencia está situado en el 0%.
Además, para aquellas entidades cuyos préstamos elegibles superen un valor de referencia, el tipo aplicado a las TLTRO-III es inferior. En concreto, se puede situar hasta 50 puntos básicos por debajo del tipo medio de la tasa de facilidad de depósito vigente durante cada ronda TLTRO. De forma efectiva, esto se traduce en que los bancos cobrarán hasta un 1% por pedir prestado al BCE, ya que la facilidad de depósito está situada en el -0,5%.