"Europa y EE. UU. se enfrentan a una alta probabilidad de sufrir una recesión, ya que los bancos centrales se están viendo obligados a endurecer agresivamente sus políticas monetarias para combatir la inflación", ha afirmado el director ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing, en una entrevista realizada en la CNBC.
Los líderes de los bancos centrales y los economistas de todo el mundo han reconocido que el ajuste necesario para controlar la inflación podría llevar a las economías a una recesión, con un crecimiento que ya se está desacelerando debido a una confluencia de factores globales.
El más claro de todos ellos es la proximidad de la guerra en Ucrania a Europa y su dependencia de las importaciones energéticas rusas, que hacen que el continente sea excepcionalmente vulnerable al conflicto y a una posible interrupción de los flujos de gas ruso.
“Una cosa está clara: si hay una parada repentina del gas ruso, la probabilidad de que se produzca una recesión antes es obviamente mucho mayor. No hay duda. Pero diría que, en general, tenemos una situación tan desafiante que la probabilidad de una recesión también en Alemania, o en Europa en 2023 o el año siguiente, es más alta de lo que hemos visto en cualquiera de los años anteriores, y eso no es solo el impacto de esta terrible guerra, sino que mira la inflación, mira lo que eso significa para la política monetaria”, ha remarcado Sewing.
Las cadenas de suministro también se han visto obstaculizadas por el resurgimiento de la demanda posterior a la pandemia y la aparición de nuevos brotes de Covid-19 y el regreso de las medidas de control, principalmente en China.
La unión de todos estos desafíos hacen que la economía se "enfrente una “tormenta perfecta” de “tres o cuatro palancas reales que pueden causar, al final del día, una recesión”, ha afirmado el ejecutivo.
No obstante, para Sewing la inflación es la mayor preocupación. “Diría que la inflación es algo que realmente me preocupa más y, por lo tanto, creo que la señal que recibimos de los bancos centrales, ya sea la Fed pero ahora también el BCE, es la señal correcta. Necesitamos luchar contra la inflación porque, al final, la inflación es el mayor veneno para la economía”, ha remarcado.