truss et kwarteng

La rebaja de impuestos anunciada por el Gobierno de Liz Truss podría no llegar a materializarse. Diversas informaciones apuntan desde este jueves que el gabinete de la primera ministra británica se está planteando dar marcha atrás con la reforma fiscal anunciada, que no ha sentado nada bien al mercado. De hecho, ya hay un 'cabeza de turco': el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, ha sido cesado por la primera ministra. Todo apunta a que habrá una rectificación, pero los expertos ya han avisado de que si finalmente llega, será "demasiado tarde".

"Probablemente sea demasiado tarde para evitar algún daño a la economía y un grado de cicatrización financiera como resultado". Son palabras de los estrategas de JP Morgan, que han analizado el posible giro del Gobierno británico del que tanto se está hablando.

Estos expertos coinciden con el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés), que ya ha dicho que incluso un cambio total no será suficiente para demostrar la sostenibilidad fiscal de Reino Unido, que ha quedado en tela de juicio ante los planes del Ejecutivo de Truss, y así lo están considerando los mercados. "Esto implica que seguirá siendo necesaria una cierta contención del gasto", opina JP Morgan.

De hecho, el banco estadounidense remarca que si se confirma esta nueva rectificación a finales de este mes, cuando está previsto que el Gobierno británico detalle sus medidas y presente el mini-presupuesto, y se trata de una decisión "clara", eso "quitaría cierta presión al Banco de Inglaterra en cuanto a sus intervenciones en el mercado de bonos y a la escala de subidas de tipos necesarias para reducir la inflación".

A su vez, "moderará el arrastre del crecimiento adverso". Sin embargo, estos analistas pronostican que "el choque del sentimiento y el endurecimiento de las condiciones financieras parece que debilitarán el crecimiento, contrarrestando cualquier impulso de crecimiento del mini-presupuesto" que va a poner en marcha Downing Street, aunque ya no se sabe con qué medidas exactamente.

También destacan que "la evolución de las encuestas de opinión de los votantes cuando se asiente la polvareda determinará las consecuencias políticas de este episodio para los actuales dirigentes políticos". Es decir, que podría poner en el disparadero a la recién elegida primera ministra.

"Nuestra opinión desde que comenzó este episodio ha sido que el Gobierno cambiaría de rumbo a regañadientes y ofrecería a los mercados cierta tranquilidad, reduciendo las tensiones financieras inmediatas y la carga del Banco de Inglaterra, pero creando potencialmente nuevos retos políticos más adelante", comentan los estrategas de JP Morgan.

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