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José Antonio Álvarez, el consejero delegado de Banco Santander, ha explicado que existe poco apetito por las fusiones entre bancos europeos porque, entre otras cosas, la regulación “favorece a los pequeños y penaliza a los grandes” y porque no hay reglas comunes de insolvencia ni homogeneidad en los productos, lo que se traduce en una falta de claridad sobre las potenciales sinergias. Además, ha pedido extender las medidas de apoyo de gobiernos y bancos centrales más allá de la vacuna.
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Así lo ha indicado Álvarez durante el XXVII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte, ABC y Sociedad de Tasación, celebrado en la jornada posterior al anuncio de BBVA y Sabadell sobre una posible fusión, tras ser preguntado por la consolidación en el sector bancario.
El consejero ha reconocido que la mejora de la rentabilidad de los bancos vía reducción de costes está muy testada en el ámbito de las fusiones nacionales, pero no tanto en las operaciones transfronterizas.
Así, ha explicado que la regulación favorece a los pequeños bancos mientras que penaliza a los grandes, por lo que es probable que una fusión transnacional “sea buena para el conjunto, pero penalice el capital”.
También ha apuntado que la obtención de sinergias, que en una operación local puede alcanzar “un 40% o 50% de los costes del más pequeño en la fusión”, en las operaciones transfronterizas no está clara.
"El mercado único, en esto, no es tan mercado único; la protección del consumidor no es la misma, las leyes de insolvencia no son las mismas, los productos no son los mismos y, por tanto, todo el tema de sinergias no está claro", ha reconocido.
Álvarez, en la misma línea, ha recordado que no hay un fondo de garantía de depósitos común, por lo que el mercado de depósitos "está fragmentado", y que el mercado de capitales "está embrionario y no acaba de funcionar como medio para distribuir el riesgo en el mercado".
"Por tanto, tenemos una serie de elementos flotando que hacen que, en este momento, el apetito en el mercado sea relativamente bajo por este tipo de transacciones transnacionales y más alta por las nacionales, donde el camino está más mostrado y es más fácil de hacer el 'equity story'", ha destacado.
Por otro lado, prevé que la recuperación económica a nivel pre crisis tendrá lugar en 2022 o 2023, y ha avisado de que la acción mitigadora de los bancos centrales y gobiernos debe prolongarse más allá de la disponibilidad de la vacuna.
Álvarez ha apuntado que, tras la crisis, los niveles de deuda en gobiernos, familias y especialmente en las empresas serán “significativamente más elevados” que en la era pre-Covid.
Además, prevé niveles de desempleo "inciertos, pero seguramente más elevados", una vez que venzan las políticas de los diferentes gobiernos (en el caso de España, los ERTE). "Si las cosas van como hoy esperamos, podríamos esperar que en 2022 o 2023 tuviéramos una recuperación de niveles de 2019", ha señalado.
Por ello, Álvarez ha advertido de que dichas medidas de apoyo deben extenderse más allá del momento de la vacunación para evitar que se produzca "una destrucción fuerte" del tejido productivo.
En este sentido, el directivo ha explicado que recuperar la confianza y las ganas de invertir en proyectos "necesita algún tiempo". "El sector público tiene que fabricar la confianza y el marco en el que se desarrolla la actividad. Sigue habiendo un buen número de proyectos si recuperamos la confianza; soy optimista", ha asegurado.
En cuanto a los altos niveles de desempleo, Álvarez ha indicado que habrá que tomar decisiones empresariales para seguir financiando aquellas compañías que son viables.
Por otro lado, el consejero delegado de Santander ha reconocido que la pandemia ha acelerado intensamente la digitalización y la manera en que los clientes se relacionan con el banco, lo que requiere la adaptación de las entidades en cuanto a su modelo de distribución futuro.
