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REUTERS/Hannibal Hanschke

La fortaleza de las exportaciones, el gasto público y la demanda interna ayudaron a la economía alemana a evitar una recesión en el tercer trimestre, según los datos publicados este viernes por la Oficina Federal de Estadísticas, que confirman la lectura preliminar de un crecimiento del 0,1% con respecto al trimestre anterior.

En este periodo, las exportaciones crecieron un 1%, lo que significó que el comercio neto contribuyó en 0,5 puntos porcentuales al crecimiento económico. Por su parte, el consumo privado creció un 0,4% y el gasto público un 0,8%, lo que se tradujo en que ambos contribuyeron con 0,2 puntos porcentuales al crecimiento.

La economía más grande de Europa está atravesando un bache, ya que sus fabricantes, muy orientados a la exportación, están sufriendo una recesión por las fricciones comerciales, las dificultades de la industria automovilística y las incertidumbres sobre el proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea.

Las exportaciones crecieron un 1%, el consumo privado un 0,4% y el gasto público un 0,8%

El Gobierno de coalición de la canciller conservadora Angela Merkel ha rechazado los llamamientos de grupos industriales y economistas en favor de un paquete de medidas de estímulo para reencauzar la economía hacia una trayectoria de crecimiento.

En su décimo año consecutivo de crecimiento, la economía se ha apoyado en la solidez del gasto de los consumidores a medida que se debilitaban las exportaciones, que dio lugar a una contracción del PIB del 0,2% en el segundo trimestre.

"En particular, la fortaleza del consumo privado sigue siendo un importante seguro contra la recesión para la economía". "El consumo privado ha estado creciendo en cada trimestre desde principios de 2014", apuntan desde ING.

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