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El acuerdo sobre Irlanda del Norte, que cerraría el Brexit, ha llegado. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha viajado hasta Londres para reunirse con el primer ministro británico, Rishi Sunak, en aras de culminar esta cuestión. Aquí tres preguntas (y respuestas) sobre lo que supondrá el acuerdo.

"A pesar de todo el ruido y la incertidumbre que suelen acompañar a las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea, hay un patrón que resulta familiar: una vez que los altos mandos están listos para reunirse para el gran espectáculo final de un amistoso apretón de manos, el acuerdo suele estar (casi) listo", comentan los estrategas de Berenberg.

En la firma alemana destacan que cabe hacerse tres preguntas al respecto: ¿En qué consistirá el acuerdo? ¿Tendrá algún problema durante su necesaria ratificación? ¿Cuál será el impacto económico y de mercado?

1. ¿Qué implicará el nuevo acuerdo?

Recuerdan estos estrategas que el Protocolo sobre Irlanda del Norte se había negociado y acordado inicialmente como parte del acuerdo de Brexit del exprimer ministro Boris Johnson en 2019. El protocolo establece los acuerdos comerciales específicos posteriores al Brexit para Irlanda del Norte (NI), y entre otras cosas, garantiza que no volverá a haber una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, miembro de la UE, lo que tiene un "impacto único" en este país.

Sin embargo, tras la aplicación de las nuevas normas comerciales para Irlanda del Norte desde que el Reino Unido abandonó el mercado único de la UE el 1 de enero de 2021, tanto Westminster como el ejecutivo de Irlanda del Norte han encontrado problemáticos algunos elementos del acuerdo. Esto incluye, pero no se limita a: fricciones excesivas en el comercio intra-Reino Unido entre el territorio continental británico e Irlanda del Norte, el papel del Tribunal de Justicia Europeo (TJCE), y la influencia limitada del ejecutivo de Irlanda del Norte sobre las normas de la UE que afectan a sus mercados nacionales y su relación con el resto del Reino Unido.

"El nuevo acuerdo, de más de 100 páginas según el Financial Times, pretende resolver estas cuestiones". Es probable, cree Berenberg, que "contenga ajustes técnicos y nuevas normas en todos los ámbitos, desde aduanas e impuestos especiales a subvenciones, pasando por la gobernanza e incluso el tratamiento de los animales domésticos que viajan del Reino Unido a Irlanda del Norte".

También es probable que "reformule el papel del TJCE", de forma que en lugar de que el TJCE actúe como árbitro activo en los posibles litigios sobre la legislación de la UE en el marco del acuerdo comercial UE-UK-NI, "es posible que se recurra a un nuevo panel conjunto de arbitraje que se remita a la legislación de la UE y al TJCE para que emita un dictamen a fin de resolver dichos litigios". En este sentido, destaca la firma de análisis germana, también es probable que el TJCE siga siendo el tribunal de última instancia si el panel no puede resolver la cuestión.

"Las competencias de dicho grupo y los detalles sobre el papel del TJCE serán probablemente el principal tema de interés para los diputados euroescépticos del Parlamento británico a la hora de decidir si respaldan o no el acuerdo", comentan desde Berenberg.

2. ¿Tendrá problemas el acuerdo durante su necesaria ratificación?

Una vez alcanzado el acuerdo, y dependiendo de lo que incluya exactamente, es posible que tenga que ser debatido y aprobado por el Parlamento británico y las instituciones de la UE. Por parte de la UE, comentan estos analistas, "no esperamos que surjan problemas". Y es que recuerdan que al igual que en las negociaciones sobre el Brexit y el acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE, el equipo negociador europeo trabaja dentro de unos límites preacordados de facto por los Estados miembros y los organismos pertinentes de la UE. "Como de costumbre, la incertidumbre está del lado del Reino Unido", sobre todo porque Sunak ya ha dicho que dará la palabra al Parlamento sobre el acuerdo.

Con 355 escaños y una mayoría operativa de 67, "Sunak se enfrenta teóricamente a un problema si sus 30 o 40 euroescépticos de línea dura rechazan el acuerdo", opina Berenberg. Aunque cree que, en la práctica, "no debería enfrentarse a ningún problema grave, ya que la gran mayoría de los diputados de la Cámara de los Comunes, con 650 escaños, quiere que se ponga fin a la incertidumbre sobre Irlanda del Norte y que el Reino Unido y la UE emprendan el camino de unas mejores relaciones".

El líder laborista, Kier Starmer, "deseoso de que se resuelvan los contenciosos pendientes entre la UE y el Reino Unido" antes de que se convoquen elecciones, que probablemente se celebrarán a finales de 2024, ya ha dicho que apoyará un acuerdo con sus 196 diputados laboristas. Starmer se posiciona como un fuerte candidato a alzarse con el cargo de Primer Ministro tras los comicios.

3. ¿Cuál será el impacto económico y de mercado de un acuerdo?

La última pregunta a la que tratan de responder los expertos de Berenberg se refiere al impacto económico y de mercado del acuerdo. Explican que un acuerdo de ruptura sobre Irlanda del Norte "podría marcar una línea en la arena" tras seis años y medio de incertidumbre por el Brexit. "Eliminar la amenaza de una guerra comercial con el mayor mercado del Reino Unido, la UE, es exactamente lo que sus empresas y mercados financieros necesitan", comentan desde la firma germana. Y es que eso "mejoraría la confianza y desbloquearía la inversión empresarial, que se ha visto muy frenada por el riesgo de un conflicto comercial entre el Reino Unido y la UE".

Aunque el Reino Unido "sufrirá un impacto duradero en su potencial de crecimiento tras su decisión de aumentar las barreras comerciales con la UE, el principal factor que ha frenado la economía británica desde el referéndum ha sido la incertidumbre", insisten estos expertos. Por lo que si esto llega a su fin, creen que se reafirmarán los "sólidos fundamentos del Reino Unido: bancos bien capitalizados, hogares y empresas con liquidez y mercados bien regulados".

"Un acuerdo favorable se ajustaría a nuestras previsiones del PIB real del Reino Unido para los próximos tres años, que están por encima del consenso", dicen los analistas de Berenberg, que creen que tras una leve contracción del 0,8% (0,7%) en 2023, Reino Unido crecerá un 1,6% (0,9%) en 2024 y un 1,7% (1,5%) en 2025 (consenso de Bloomberg entre paréntesis). "Cuando se anuncie un acuerdo, y después de que el Parlamento británico lo apruebe, esperamos que se produzcan modestos movimientos positivos tanto para la libra esterlina como para la renta variable británica", concluyen.

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