donald-trump-et-xi-jinping

Ha llegado el día. Este 15 de enero de 2020 se va a convertir en una fecha histórica, ya que es el día en que EEUU y China van a firmar el acuerdo comercial de Fase 1 que alcanzaron el pasado mes de diciembre. Sin embargo, el oscurantismo en torno a los términos del mismo ha hecho que se desaten las dudas. Los expertos avisan de que esto es solo una "tregua" y que aún queda mucho camino por recorrer, y señalan que "el diablo estará en los detalles". De hecho, según 'Bloomberg', EEUU mantendrá los actuales aranceles a productos chinos hasta las elecciones presidenciales de noviembre.

"Todavía hay mucho que no sabemos", recuerdan los expertos de Oanda, que dicen que lo que se ha filtrado hasta ahora "favorece mucho más a EEUU" y, por eso, no hay que olvidar que "el diablo estará en los detalles" que se den a conocer a partir de ahora, una vez Donald Trump y Xi Jinping estampen su firma en el documento.

En última instancia, aseguran desde esta firma, "todo se reduce a cuán sostenible sea el acuerdo". De momento el optimismo es reducido, dado que es el primer acuerdo y "probablemente" el único que vaya a salir adelante, por lo que "es aún más importante que se mantenga" o, de lo contrario, el esfuerzo que han hecho ambas partes durante el último año y medio "habrá sido en vano".

Los analistas de Oanda no confían demasiado en que vaya a haber ningún acuerdo más en el corto plazo. De hecho, la idea del presidente estadounidense es no firmar nada hasta después de las elecciones presidenciales que tendrán lugar en noviembre, como ya ha dicho. En Danske Bank creen por eso que Trump no se abrirá a negociar a fondo la Fase 2 del acuerdo comercial a menos que las encuestas electorales se le pongan en contra.

Como siempre, todo será un juego de presiones... y de tuits. "Cualquier comentario pícaro de Donald Trump en los próximos días, especialmente los relacionados con la Fase 2, si se llega a ese punto, puede tener un impacto desproporcionado en los mercados, bueno o malo", comentan por su parte los analistas de Spreadex, que creen que los detalles conocidos hasta ahora dicen más bien poco de la magnitud del acuerdo. "Los mercados no han obtenido más bien nada de ello", remarca esta firma.

"Entran en juego las dudas. Los operadores se preguntan si algún acuerdo eventual estaría realmente a la altura de las expectativas", afirman desde IG. Los analistas de esta casa ven un "claro temor" en los mercados a que el acuerdo "resulte poco convincente" y eso haga que se inviertan las recientes ganancias. "Hemos visto muchos avances entre EEUU y China, y aunque paren más cercanos que nunca, también hay un cierto escepticismo sobre si este acuerdo finalmente se llevará a cabo", señala IG.

OBJETIVOS MUY AMBICIOSOS

El problema es que los objetivos de alguna de las medidas acordadas que se han conocido son "muy ambiciosos". Como dice Julius Baer, "los ambiciosos objetivos de importación de China y las expectativas de una reducción de los aranceles existentes en EEUU son elementos que podrían estropear el acuerdo". El gigante asiático se ha mostrado dispuesto a comprar 200.000 millones de dólares más que en 2017 de bienes y servicios estadounidenses tanto en 2020 como en 2021, así como a invertir entre 40.000 y 50.000 millones de dólares en bienes agrícolas de EEUU al año, según ha asegurado Washington.

"Son objetivos muy ambiciosos y es poco probable que se alcancen", y un fracaso "podría llevar a una nueva escalada en las tensiones comerciales entre los dos países", apuntan los analistas de la firma suiza, que creen que el acuerdo de Fase 1 es más un "acuerdo político" que permitirá a Trump "aumentar sus posibilidades de reelección". El republicano es muy consciente de la campaña, por lo que Julius Baer ve riesgos reducidos de que EEUU reaccione de forma tajante ante un fracaso temprano de China para alcanzar los objetivos previstos para este año, ya que eso "agravaría de nuevo el conflicto comercial antes de las elecciones". Y eso es lo último que quiere ahora Trump.

¿O no? Desde Markets.com recuerdan que "esto es una tregua, no un tratado de paz", por lo que hay que ser muy conscientes de lo que puede ocurrir si las cosas no van según lo previsto. "Una vez más, el problema es la aplicación de la ley", dicen los expertos de esta firma, que apuntan que con las elecciones a la vista, y con el acuerdo de Fase 1 completo, en EEUU "habrá presión para adoptar una línea dura con China respecto a cualquier acuerdo futuro y las concesiones que se hagan". Y eso sin olvidar que "todavía no conocemos todos los detalles del acuerdo".

Noticias relacionadas

contador