La Unión Europea y el Reino Unido han dado un paso más en el proceso de 'divorcio' en el que se encuentran sumidos a causa del Brexit. Ambas partes han sellado un acuerdo sobre la relación que mantendrán una vez se materialice la salida británica del club europeo, y aunque la noticia ha suscitado cierto optimismo de cara a la reunión de la UE de este domingo, lo cierto es que no hay que olvidar que, al final, el acuerdo tendrá que ser refrendado por el Parlamento británico. Y, de momento, los números no le son nada favorables a la 'premier' Theresa May.
Aunque la UE ha intentado tender una mano a May para allanar el camino de cara a la cumbre prevista para este fin de semana, en la que se decidirá si se da luz verde a los acuerdos alcanzados en los últimos días (el proyecto de Declaración Política sobre la futura relación y el proyecto de Tratado de Retirada acordado la semana pasada), la prueba de fuego llegará cuando la primera ministra británica someta estos documentos a votación en el Parlamento británico. "La UE por fin se ha dado cuenta de que no habrá acuerdo sobre el Brexit sin el apoyo político interno en Reino Unido", resaltan desde Monex Europe.
La votación en el Parlamento se plantea complicada, aunque algunos puntos de los acuerdos alcanzados podrían servir para apaciguar a los 'brexiteers' más duros. La UE se ha esforzado por hacer "gestos simbólicos" a Reino Unido que, según Monex Europe, pueden acabar siendo una "ayuda inestimable" para May ante la ardua tarea que tiene por delante para conseguir que los parlamentarios británicos respalden el proyecto. Aunque también es cierto que hasta ahora nada de lo acordado por los equipos negociadores convence al ala más conservadora, por lo que no se puede descartar que al final haya un Brexit duro, es decir, que la salida de Reino Unido de la Unión Europea se produzca sin acuerdo.
Los expertos lo tienen claro: solo si la votación se aproxima al 'día D' del Brexit, el 29 de marzo, tendrá éxito
La realidad es que "la aritmética parlamentaria representa un gran obstáculo para el acuerdo del Brexit", señalan los expertos de Oxford Economics en un informe, en el que dicen que "es poco probable que el acuerdo de retirada se apruebe en la primera votación" porque los 'brexiteers' presionarán para que haya un Brexit duro y porque los que se oponen a la salida de Reino Unido de la UE "votarán en contra con la esperanza de forzar unas elecciones o un segundo referéndum". "Ambos grupos creen que todavía hay tiempo para cambiar el rumbo", aseguran desde esta firma.
May, en un intento por convencer a los que se oponen al Brexit de que el acuerdo busca minimizar el daño, mientras que a los que apoyan la salida de Reino Unido de la UE les recuerda que con él se respeta el resultado del referéndum y se logra más soberanía, ha dejado claro que si el Parlamento no aprueba el acuerdo eso empujará a Reino Unido hacia el Brexit duro. No obstante, si la votación se celebra según lo previsto, antes del parón navideño, eso significará que aún quedarán tres meses por delante antes del 'día D' del Brexit, el 29 de marzo, y que ambas partes intentarán inclinar la balanza a su favor.
Si la votación fracasa, el Gobierno británico, con May o no a la cabeza (si pierde la votación, eso añadiría presión a su ya de por sí delicada situación, y podría provocar su dimisión) tendrá ante sí varias opciones: podría renegociar algunos puntos del acuerdo con la UE, aceptar directamente el 'no acuerdo', convocar elecciones generales o programar un nuevo referéndum sobre el Brexit, aunque estos dos últimos escenarios parecen bastante improbables, aseguran los expertos de Oxford Economics, que apuntan además que es muy probable que la Unión Europea se niegue a rehacer el acuerdo, lo que hace que "la amenaza del resultado 'sin acuerdo' se hace cada vez más real".
Ante ese escenario, más catastrofista, y dado que el resto de opciones se verían como algo inalcanzable, es probable que los diputados de ambos bandos relajasen sus posiciones hacia la alternativa "menos mala", que es la de respaldar el acuerdo alcanzado con la UE. "Si el Gobierno pide una nueva votación más cerca del 29 de marzo la falta de apoyo al 'no acuerdo' haría que aumentase el respaldo al acuerdo", aunque sea "a regañadientes", afirma Oxford Economics. "Hay más posibilidades de que una segunda votación tenga éxito, si se realiza en el momento clave. Aunque el viaje promete ser accidentado", concluyen los expertos de esta firma.