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Un fuerte crecimiento de la producción manufacturera, sumado a una expansión acelerada de la actividad del sector servicios dan como resultado que la actividad empresarial de la zona euro aumentara en julio al ritmo más rápido en poco más de quince años, desde junio de 2006.

Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la Zona Euro, elaborado por la consultora Markit y publicado este miércoles, subió hasta 60,2, situándose ligeramente por debajo de la estimación "flash" precedente de 60,6, pero de todos modos superó el récord de quince años registrado en junio pasado (59,5). La actividad total del sector privado ha registrado una expansión por quinto mes consecutivo, la secuencia ininterrumpida más larga desde que comenzó la pandemia a principios del año pasado.

La aceleración generalizada del crecimiento de la actividad total fue impulsada por el sector servicios, donde la actividad aumentó al ritmo más rápido desde mediados de 2006. Aunque la producción manufacturera aumentó al ritmo más lento en cinco meses, la expansión fue considerable y aún superó la registrada por el sector servicios.

De las cuatro economías más grandes de la zona euro, el aumento más rápido se registró en Alemania, donde el ritmo de expansión se aceleró de nuevo a un nivel récord. En Italia, el crecimiento de la actividad total del sector privado aumentó hasta su máxima de tres años y medio, mientras que España y Francia registraron aumentos más lentos de la actividad total.

Los últimos datos de la encuesta de julio también revelaron el aumento más rápido de la demanda de productos y servicios de la zona euro desde mayo de 2000. Una vez más, la tendencia de los nuevos pedidos fue similar a la de la producción, con un crecimiento más rápido de la demanda de servicios que contrastó con una recuperación más lenta de la demanda de productos.

No obstante, el aumento de los volúmenes de las carteras de pedidos reflejó mejoras en los mercados nacionales e internacionales, tal y como lo indica un aumento de los nuevos pedidos procedentes del extranjero. Aunque la demanda externa aumentó a un ritmo ligeramente más débil que en junio, este siguió siendo el segundo más rápido registrado desde que se publicaron por primera vez datos comparables, en septiembre de 2014.

El fuerte crecimiento mensual de los nuevos pedidos conllevó en consecuencia a una enorme presión en las capacidades operativas de la zona euro en julio. Dicha presión estuvo subrayada por un aumento récord del estudio de los pedidos atrasados, que extendió el período actual de acumulación de pedidos pendientes a cinco meses. No obstante, se observaron esfuerzos notables para impulsar el potencial operativo, ya que el empleo aumentó al ritmo más rápido en casi 21 años. Las tasas de creación de empleo se aceleraron en Alemania e Italia, pero disminuyeron en Francia y España.

Asimismo, las tendencias inflacionistas mostraron algunos signos de estabilización en julio. Los costes de los insumos aumentaron a la tasa más fuerte desde septiembre de 2000, aunque el ritmo de incremento fue solo ligeramente más rápido que en junio pasado. La inflación de los precios cobrados se mantuvo sin cambios desde su máxima histórica registrada en junio pasado.

Por último, las empresas se mantuvieron firmemente optimistas de que la actividad aumentará durante los próximos doce meses, aunque el grado de confianza disminuyó de su máxima (desde 2012) registrada el mes pasado hasta su mínima de cuatro meses.

SECTOR SERVICIOS

A juzgar por los últimos datos, el Índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la Zona Euro siguió aumentando por encima del nivel de ausencia de cambios de 50, señalando un crecimiento acelerado de la actividad del sector servicios. Al situarse en el nivel 59,8 en julio frente a 58,3 registrado en el mes anterior, la última cifra fue la más alta desde junio de 2006 y fue consistente con un fuerte ritmo de crecimiento de la actividad.

De las cuatro economías más grandes de la zona euro, España registró el crecimiento más pronunciado e Italia, el más débil.

Los nuevos pedidos también siguieron aumentando a un ritmo considerable, impulsados por un crecimiento más pronunciado de los nuevos pedidos procedentes del extranjero. En consecuencia, la demanda nacional e internacional en su conjunto aumentó al ritmo más rápido en catorce años. No obstante, las capacidades operativas se pusieron a prueba en julio, tal y como lo demuestra un aumento igual al récord histórico de los pedidos pendientes de realización. Dicho incremento impulsó el mayor crecimiento del empleo en el sector servicios de la zona euro en casi tres años.

Las empresas encuestadas se mantuvieron extremadamente optimistas sobre las perspectivas de la actividad futura en julio, aunque el grado de optimismo disminuyó hasta su mínima de tres meses.

Por último, las presiones inflacionistas disminuyeron ligeramente durante el último período de la encuesta, y tanto la inflación de los precios cobrados como la de los precios pagados se ralentizaron desde junio. No obstante, las tasas de aumento se mantuvieron históricamente elevadas.

Señalan desde Markit que "el sector servicios europeo se está reactivando. La relajación de las restricciones por el virus y los avances en los programas de vacunación están impulsando la demanda de una amplia gama de actividades, especialmente en el sector del turismo, los viajes y la hostelería. No obstante, no es solo el sector de los consumidores el que está en auge, ya que las empresas de servicios financieros y empresariales también disfrutan de un crecimiento acelerado a medida que aumentan las esperanzas de una recuperación económica más amplia".

Junto con el elevado crecimiento sostenido registrado en el sector manufacturero, "la impresionante fuerza de la expansión del sector servicios en julio muestra que la zona euro debería registrar una aceleración del crecimiento del PIB en el tercer trimestre", Sin embargo, añaden que "la inquietud sobre la variante delta se ha extendido, ralentizando la actividad en algunos casos y generando preocupación sobre la posibilidad de que las restricciones por el virus nuevamente se vuelvan más estrictas".

Por lo tanto, "el crecimiento económico del sector servicios en julio fue ligeramente menos acentuado que su estimación flash precedente y las expectativas futuras disminuyeron hasta su nivel más bajo desde marzo pasado, presentando un riesgo a la baja significativo para las perspectivas e indicando que el crecimiento podría comenzar a desacelerarse de nuevo a medida que avanzamos hacia el otoño". Asimismo, destacan que "hasta ahora, las empresas en general han observado poca resistencia por parte de los clientes con respecto a la subida de precios, pero esto podría cambiar una vez que haya pasado el repunte actual de las restricciones del confinamiento".

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