La volatilidad en el mercado de las divisas se ha convertido en una quimera. 2019 marca el tercer año consecutivo de ausencia de vaivenes y movimientos en el 'forex' que permitan a los inversores cabalgar tendencias y obtener rentabilidades. La lateralidad es el nuevo normal para los operadores en divisas y los expertos aconsejan buscar alternativas más provechosas, como, por ejemplo, los contratos de opciones, según una nota de Barclays para clientes.
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La libra amplía su declive tras el aviso del BoE y el euro marca nuevos mínimosNo es la primera vez que los 'traders' se hallan varados en este mercado, las condiciones actuales se asemejan a las vividas entre 2012 y 2014, cuando la volatilidad cayó a mínimos de casi una década. "Es uno de los misterios de este año, por qué hay esta calma en las principales monedas a pesar de que abundan los cambios en la macro y los riesgos se incrementan", apuntan los expertos.
Con la excepción de casos notables como la libra, vapuleada por el Brexit, la lira turca, que ha sufrido una aguda depreciación, o el yuan, que ha dado sobresaltos al calor de la guerra comercial, los principales cruces de monedas se han sumido en un semiletargo del que no tienen visos de despertar en el corto plazo. Y los operadores, que sacan tajada cuando los precios se mueven violentamente, se consideran maldecidos por la tranquilidad prolongada en los mercados de divisas, provocada por las bajas tasas de interés y los bancos centrales que se mueven más o menos en conjunto en la política monetaria.
"Es uno de los grandes misterios del año pasado", comentan desde Barclays, que se muestran desconcertados por "el bajo nivel sostenido de volatilidad, principalmente en las monedas del G10", a pesar de "un fuerte deterioro en el panorama económico global, copiosos riesgos geopolíticos, manifiestos y potenciales, y un repunte más reciente de la volatilidad en otros activos".
La situación toma tintes dramáticos si se explora el estado de los fondos de divisas. Tales vehículos, que se centran en comprar y vender divisas, futuros y swaps de divisas, han visto disminuir las oportunidades de ganar dinero y el año pasado volaron 2.340 mil millones de dólares de fondos mutuos de divisas, la mayor cantidad desde 2015.
Las fugas han disminuido un poco este año, con un drenaje de 159.08 millones de enero a julio, según datos de Morningstar recopilados por 'Reuters'. Pero las mismas fuentes indican que los activos netos totales en los fondos mutuos de divisas en todo el mundo han caído a 6.860 mil millones, habiendo disminuido paulatinamente después de alcanzar un máximo en 2012 de casi 18.000 millones.
El volumen en las principales divisas también se aproxima a mínimos récord, lo que lleva a muchos gestores de fondos a tirar la toalla. Hasta los vehículos de cobertura, que sacan una buena tajada de un mercado de más de 5 billones de dólares por día, han sufrido las consecuencias: sólo quedan 49 activos en el interbancario, comparado con los 145 de hace poco más de una década o los 53 de 2008.
Ante este panorama, los expertos de Barclays presentan una alternativa y aseguran que hay "valor" en las opciones sobre divisas en la mayoría de los pares de monedas del G10, "especialmente en el euro/dólar, dólar/dólar canadiense y dólar neozelandés/dólar". Advierten, sin embargo, que no son recomendables estrategias largoplacistas sin tener en mente "la probabilidad de que la volatilidad pase a un estado alto".
Con todo, enfatizan que "la volatilidad actual recomienda operar vía opciones antes que al contado o mediante 'forwards'".