Japón ha puesto en circulación nuevos billetes por primera vez en 20 años con el objetivo de reforzar la seguridad ante posibles falsificaciones, pero también para tratar de dar un pequeño impulso a la economía nacional.
Los nuevos billetes son de 1.000, 5.000 y 10.000 yenes y llevan los retratos del médico y bacteriólogo Kitasato Shibabasaburō, la escritora Tsuda Umeko y del magnate Eiichi Shibusawa, respectivamente. En el reverso de los billetes, el de 10.000 yenes muestra el edificio Marunouchi de la estación de Tokio; el de 5.000 yenes, flores de glicina japonesas, o fuji en japonés; y el de 1.000 yenes,la xilografía ukiyo-e 'Kanagawa-oki nami ura' (Bajo la gran ola de Kanagawa) de la serie Fugaku sanjurokkei (Treinta y seis vistas del monte Fuji) de Katsushika Hokusai.
Asimismo, estos billetes incorporan nuevos elementos de seguridad, como hologramas tridimensionales en los retratos. También se ha intentado mejorar el diseño universal de los billetes, ampliando los números que indican el valor en el anverso y el reverso de los billetes, así como un mejor reconocimiento al tacto para facilitar la vida a las personas invidentes.
Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés), ha expresado su "más profunda gratitud" a las "numerosas personas que han trabajado para preparar este día desde que se anunció la introducción de una nueva serie de billetes del Banco de Japón en abril de 2019". El rediseño fue anunciado con el inicio de la nueva era de Japón, Reiwa, que se inauguró con la coronación de Naruhito como nuevo emperador nipón tras la abdicación de su padre, Akihito.
Asimismo, Ueda ha anunciado que ya se ha distribuido esta nueva serie de billetes por un valor total de unos 1,6 billones de yenes (9.200 millones de euros). "A pesar de la tendencia hacia el pago sin efectivo, el efectivo es un medio de pago seguro que puede ser utilizado por cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier momento, y seguirá desempeñando un papel importante. Espero que la nueva serie de billetes del Banco de Japón se distribuya ampliamente entre la población para apoyar la infraestructura económica de Japón", ha agregado.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, ha recalcado este punto y ha puesto en valor la mejora en la seguridad de los nuevos billetes de yen. "Espero que sean del agrado de los japoneses al tiempo que añaden chispa a la economía", ha afirmado Kishida.
Takahide Kiuchi, economista ejecutivo del Instituto de Investigación Nomura y antiguo miembro del consejo del Banco de Japón, calcula que la introducción de los billetes podría tener un impacto de más de 1,5 billones de yenes en la economía del país, con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) de aproximadamente un 0,25%.
Este impulso, explica, sería proporcionado por la necesaria inversión para actualizar los cajeros y otros sistemas expendedores de billetes. Casi el 90% de los cajeros automáticos de bancos, máquinas expendedoras de billetes de tren y cajas registradoras de comercios están preparados para procesar estos nuevos billetes, pero apenas la mitad de las máquinas expendedoras de billetes de restaurantes y aparcamientos, según la Asociación Japonesa de Fabricantes de Máquinas Expendedoras. Además, casi el 80% de los 2,2 millones de máquinas expendedoras de bebidas del país también necesitarían mejoras.
En unas declaraciones recogidas por la agencia 'Reuters', Takemori Kawanami, directivo de la empresa de máquinas expendedoras de billetes Elcom, afirma que "puede que tardemos hasta finales de año en reaccionar". "Eso es demasiado lento, pero nos faltan componentes", añade, ya que los pedidos de actualización de los clientes superaron las expectativas.
Algunos analistas señalan también la posibilidad de que algunos ahorradores de efectivo cambien su comportamiento. Según cálculos del Instituto de Investigación Dai-Ichi Life, las familias tenían unos 60 billones de yenes ahorrados en billetes a finales del año pasado.
Los pagos sin efectivo en Japón casi se han triplicado en la última década para representar el 39% del gasto de los consumidores en 2023, pero siguen estando por detrás de sus homólogos mundiales y deberían aumentar hasta el 80% para impulsar la productividad, según cálculos del Ejecutivo nipón.
Esta noticia llega en el día el au Jibun Bank ha confirmado que el índice compuesto de gerentes de compras ha caído a 49,7 en junio, muy por debajo del 52,6 del mes anterior, lo que supone una disminución de la actividad del sector privado japonés por primera vez en siete meses.
Además, el informe apunta a una ligera reducción en la actividad de servicios, la primera caída desde agosto de 2022, que ha contrarrestado el aumento marginal en la producción manufacturera. Y es que el sector servicios ha entrado en territorio de contracción al situarse en 49,4 desde 53,8, y frente a la previsión del consenso de 49,8.
Paralelamente, el yen sigue atravesando un período de gran debilidad frente al dólar estadounidense después de caer a mínimos de 1986 en la última semana. Recientemente, el Gobierno japonés fulminó al máximo diplomático de divisas del https://www.bolsamania.com/noticias/mercados/japon-fulmina-responsable-divisa-desplomarse-yen-minimos-desde-1986--17010242.htmlpaís tras una intervención fallida, la primera de 2022, para tratar de estabilizar la moneda nipona.