Análisis Técnico
Como ya viene siendo costumbre, el tándem formado por Francia y Alemania ha sido determinante, una vez más, para sacar adelante el plan de ayuda financiera a Grecia que ha sido muy difícil de obtener por los diversos intereses enfrentados. Nicolas Sarkozy y Angela Merkel han alcanzado un principio de acuerdo que ha sido ratificado, tras la negociación con el resto de líderes de la Zona Euro, por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy,
Los principales puntos del acuerdo son tres:
1. Préstamos bilaterales coordinados entre los Estados miembros que sólo se pondrán en marcha como último recurso, es decir, cuando la financiación del mercado sea insuficiente. Igualmente, se especifica que "el desembolso será decidido por unanimidad de los Estados miembros de la Zona Euro sometidos a una fuerte condicionalidad basada en la valoración de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE)". De este modo, Alemania se reserva el poder de veto.
El texto del principio de acuerdo advierte de que el mecanismo de ayuda no proporcionará financiación con "tipos de interés subvencionados". Se tratará de establecer una línea de financiación que "incentive la vuelta a la financiación del mercado lo antes posible". Las decisiones sobre el mecanismo se adoptarán teniendo en cuenta "el Tratado y las legislaciones nacionales".
Si finalmente el plan de rescate tiene que ser efectivo los Estados miembros de la Zona Euro proveerán las ayudas bilaterales en función del capital desembolsado en el Banco Central Europeo, lo que otorga a Alemania la mayor contribución. La duda que surge es el tiempo que va a transcurrir hasta que las ayudas sean efectivas. Algunas fuentes dicen que van a dejar un tiempo para que Grecia haga su penitencia.
2. Préstamos del Fondo Monetario Internacional por lo que sería la primera vez que el FMI interviene en la Zona Euro desde su creación en 1999.
Lo que se desconoce es el montante final de las ayudas aunque se especula con la cifra de 30.000 millones de euros de los que dos tercios serían sufragados con las ayudas bilaterales y el tercio restante con los fondos del FMI.
3. El procedimiento por déficit excesivo será reforzado. Se habla de un Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) ampliado en el que se podrían imponer castigos mayores a aquellos países que se excedan el nivel de déficit permitido de una manera recurrente, entre ellos, la expulsión temporal de la Zona Euro. A muchos les ha sorprendido el repentino afán por el endurecimiento de las normas del PEC por parte de Berlín cuando en 2003, Alemania y Francia fueron los que apoyaron su flexibilización.
De acuerdo con el texto del acuerdo, el Consejo Europeo incrementa sus atribuciones en vigilancia económica y en la implementación de una estrategia europea de crecimiento. De este modo, se incluye la supervisión fiscal que era lo que demandaba Alemania.
Posición del Banco Central Europeo
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, mostró ayer su apoyo al acuerdo aunque lanzó severas advertencias sobre la posible desresponsabilización de los Estados miembros que comparten la moneda única. "Queremos que los países miembros de la Zona Euro ejerzan plenamente sus responsabilidades, cumpliendo fielmente al Tratado, en su espíritu y en su letra" manifestó Trichet.
Otro balón de oxígeno que ha dado el BCE a Grecia no ha pasado desapercibido. La autoridad monetaria europea mantendrá la flexibilidad en las garantías y seguirá aceptando a descuento activos con calificaciones de crédito de BBB- como es el caso de la deuda griega, en las operaciones de inyecciones de liquidez hasta 2011. Una medida con la que pretenden aliviar la presión sobre las entidades financieras griegas que de este modo siguen pudiendo acudir a la ventanilla del BCE a descontar sus activos.
Debemos recordar que durante las últimas semanas, destacados cargos del BCE, como Jürgen Stark y Lorenzo Bini Smaghi, miembros del Consejo Ejecutivo y Vitor Constancio, el próximo vicepresidente, han mostrado su oposición a que el FMI se implicara en el rescate a Grecia.
Conclusión
El acuerdo supone un triunfo para Berlín al recoger todas las condiciones que habían solicitado con anterioridad. Se ha evitado un acuerdo explicito de rescate mientras Grecia pueda seguir emitiendo deuda en los mercados internacionales. A su vez, Alemania también ha aprovechado la ocasión para imponer una mayor disciplina fiscal con la que evitar nuevos conatos de problemas de deuda.
Merkel ha dado una lección magistral de cómo se manejan los tiempos en una negociación, negando hasta el último momento la ayuda e imponiendo su posición con cesiones muy puntuales.