El euro ha alcanzado su mejor cambio contra el dólar de los últimos 25 días, en los 1,1650 dólares, en la apertura de la última semana de agosto, cuando la resaca de la comparecencia de Jerome Powell en el simposio de Jackson Hole aún pesa entre los inversores. La moneda estadounidense ha notado la falta de empuje de los alcistas, ya que el discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed) levantó la desconfianza sobre hasta cuándo se mantendrá la política de elevar los tipos.
El banquero central defendió que la subida gradual de los tipos sigue siendo adecuada, ya que no ve "un riesgo elevado de sobrecalentamiento" de la economía estadounidense. Y los inversores “interpretaron las palabras del banquero central como una falta de convicción de la Reserva Federal de cuánto se pueden llegar a incrementar las tasas”, indican los expertos de Danske Bank.
Contra otros rivales, la moneda estadounidense ha llegado a ceder hasta los 111,00 yenes. La libra, por su parte, se cambia de manos en los 1,2845 dólares, con escasos cambios en la jornada, a pesar de que Reino Unido ha anunciado la posibilidad de un tratado de libre comercio con China tras el Brexit.
Otra moneda que avanza frente a la divisa de EEUU es el peso mexicano. La moneda azteca ha recibido impulso tras las noticias de que México y Estados Unidos están “a horas” de lograr un acuerdo para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tras los avances logrados en los contactos bilaterales y sube un 0,3% en la jornada contra el dólar antes de la apertura europea. La moneda mexicana recorta su avance, desde el 0,7% que había llegado a ganar en la jornada, hasta las 18,77 unidades por dólar.
CAMBIOS EN EL YUAN
El yuan, en cambio, se ha depreciado este lunes hasta los 6,8166 yuanes, después de que el viernes según informaciones de Reuters, el banco central chino reanudó el uso de un factor contracíclico en el mecanismo de fijación del punto medio del yuan, alrededor del cual sólo se permite al dólar fluctuar un 2%.
La medida es una inversión de un paso dado en enero para suavizar el control sobre la tasa de cambio del renminbi, cuando el Banco Popular de China redujo efectivamente la influencia del llamado ”factor contracíclico". Y se ha interpretado como un esfuerzo por estabilizar el mercado de las divisas en el país asiático.