El apetito por el riesgo vuelve a los mercados, espoleado por la buena temporada de resultados, principalmente en EEUU, lo que ha dejado un retroceso del dólar y el yen, consideradas refugios seguros. La caída del 'billete verde' le ha servido al euro para recuperar algo de terreno desde los mínimos de tres meses y medio del miércoles y subir por encima de 1,18 dólares, antes de la decisión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Pero el cambio en la orientación sobre los tipos de interés del organismo ha generado volatilidad en la divisa.
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El mercado espera a una Lagarde 'dovish' y cambios en la orientación del BCELa moneda comunitaria ha tocado máximos de una semana tras la conferencia de prensa de la presidenta del organismo, Christine Lagarde, hasta 1,1830 dólares. Sin embargo, los expertos no creen que el euro esté fuera de peligro, ya que se el banco central y la presidenta del organismo, Christine Lagarde son absolutamente 'dovish', lo que debilitará a al divisa a corto - medio plazo. "En general, el nuevo objetivo de inflación del BCE sugiere que la política monetaria seguirá siendo ultra-acomodaticia durante un período de tiempo aún más largo", lo que actuará como un viento en contra para el euro, apuntan los estrategas del Commonwealth Bank of Australia. "De hecho, esperamos que el BCE sea uno de los últimos bancos centrales en endurecer la política", agregan.
En el comunicado emitido este jueves, la entidad ha cambiado la orientación a futuro de los cambios en el precio del dinero. De esta forma, ha incorporado los cambios realizados en su estrategia monetaria y asegura que no subirá tipos incluso aunque la inflación supere el objetivo del 2% de forma transitoria.
El índice del dólar, que mide la divisa frente a seis pares principales, se situó en 92,770 tras retroceder desde el máximo de tres meses y medio de 93,194 alcanzado el miércoles. El yen cotizaba a 129,950 por euro, desde un máximo de casi cuatro meses de 128,610 a principios de esta semana, y a 81,07 por dólar australiano, desde un máximo de 5 meses y medio de 79,85.
"El analista del National Australia Bank, Tapas Strickland, indica en una nota de análisis que los buenos resultados empresariales han disipado la preocupación por la cepa Delta en Estados Unidos, lo que ha afectado a las divisas refugio. "El consenso es que esta variante del Covid no supone un riesgo inmediato para la recuperación", retrasando la reapertura en tres meses como máximo mientras los países intensifican las campañas de vacunación en respuesta, ha declarado.