- Los futuros de la Fed proyectan menos de un 50% de posibilidades de que se produzca el ansiado incremento de tasas antes del cierre de 2017
- La libra, en mínimos de 10 meses contra el dólar
El mercado de las divisas está viviendo unas sesiones típicamente veraniegas, donde la fuerte actividad, fruto de la volatilidad, se combina con los exiguos volúmenes de operativa que conducen al sopor. Las sesiones del 4 y el 7 de agosto han visto como los cruces se comportaban según este patrón, así después del impulso alcista del dólar tras los datos de empleo, el inicio de semana ha sido aburrido, con movimientos confinados a estrechos rangos de negociación.
La acción se reserva para el final de esta semana, cuando debe publicarse el dato de inflación. Mientras tanto, la Eurozona está registrando una batería de decepcionantes datos macroeconómicos, después de la caída por debajo de las expectativas de la confianza del inversor Sentix y del desplome en Alemania de la producción industrial y de las cifras de comercio exterior. Este contexto podría, para Kathy Lien, analista de BK Asset Management, disparar una oleada de ventas en la moneda compartida que provocaría una depreciación hasta los 1,1600 dólares.
Los futuros de la Fed proyectan menos de un 50% de posibilidades de que se produzca el ansiado incremento de tasas antes del cierre de 2017
Señala la experta que en el plano económico “estamos comenzando a vislumbrar las implicaciones de la fortaleza de la divisa, por lo que se esperan más decepciones”. Sin embargo, Lien alerta que, a pesar de este panorama, no podemos descartar que la moneda europea deje nuevos máximos por encima de los 1,1900 dólares, porque “bajo la fortaleza del euro subyace una debilidad del dólar apoyada en el escepticismo de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) vuelva a subir los tipos este año”. “Algo que no ha cambiado tanto a pesar del dato de empleo del mes de julio”.
De hecho, los futuros de la Fed proyectan menos de un 50% de posibilidades de que se produzca el ansiado incremento de tasas antes del cierre de 2017. Aún así, el dólar mantiene la mayor parte de sus recientes ganancias y cotiza alrededor de las 1,1800 unidades frente a su contraparte europea, apenas un 0,5% por debajo de los niveles de precio que alcanzó el viernes.
El índice del dólar, que mide el desempeño de la moneda contra una cesta de seis divisas rivales ha retrocedido también desde el máximo en los 93,774 puntos que alcanzó tras la publicación el dato de empleo, pero se ubica por encima de los 93,00 puntos, lejos del reciente mínimo de 15 meses de la semana pasada, en los 92,548 puntos.
LA LIBRA, EN MÍNIMOS DE 10 MESES CONTRA EL EURO
En las últimas horas, la actualidad en el mercado de las divisas pasa también por el mínimo de 10 meses de la libra contra el euro, en las 0,9060 libras, niveles de precio que ha vuelto a alcanzar este martes. La divergencia de políticas entre el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) es el origen de la depreciación de la moneda británica. El primero avanza hacia una normalización monetaria, mientras el segundo mantendrá los tipos en el mínimo histórico del 0,25% por largo tiempo.
La libra se había visto apuntalada durante las últimas semanas por la esperanza de que el banco central británico endureciera su política económica e incrementaría las tasas este 2017. No obstante, tras la última reunión del BoE, los inversores han descartado esta probabilidad, ya que han decidido concentrarse en la votación del comité de política monetaria del regulador, que decidió, por seis votos a favor y dos en contra, mantener los tipos.
Asimismo, aunque el BoE trató de enviar un mensaje al mercado de que considera muy probable que haya un aumento del precio del dinero, los operadores también se han concentrado en su revisión a la baja de las previsiones de crecimiento e inflación y han decidido vender la libra. Contra el dólar, la moneda de Reino Unido se cambia alrededor de los 1,3050 dólares, lejos de los máximos de la semana pasada en los 1,3268 dólares.