El euro afronta una segunda mitad del año con nubes en el horizonte, puesto que los desafíos para la divisa "han vuelto a surgir", como apuntan los analistas de J. Safra Sarasin Sustainable AM, quienes ven "poco probable que repunte, ya que el impulso manufacturero se está ralentizando, aunque la divisa debería subir una vez que la Fed empiece a recortar".
Claudio Wewel, estratega de divisas para J. Safra Sarasin Sustainable AM, asegura que "la dinámica del euro en lo que va de año refleja en gran medida la alternancia entre las narrativas de mercado 'más alto durante más tiempo' y 'recorte, recorte, recorte'".
"Aunque el euro se ha beneficiado de las mejoras cíclicas en el segundo trimestre, el contexto debería ser más difícil en el futuro, dado que el impulso del sector manufacturero se ha ralentizado. Los retrocesos de riesgo del euro-dólar a 3 y 12 meses han repuntado desde sus mínimos de las semanas anteriores a las elecciones francesas, pero siguen en territorio negativo, mientras que las posiciones largas especulativas netas se han cuadrado", detalla.
La situación puede mejorar ligeramente a medio plazo, dado que "la moderación del ciclo estadounidense debería compensar los vientos en contra del euro desde el punto de vista de la política monetaria". En la firma anticipan "tres recortes de tipos más a lo largo de este año" por parte del BCE, debido a "la debilidad de la actividad económica en la zona del euro".
De cara al más largo plazo, las previsiones son más optimistas, y Wewel apunta que "el euro debería tender al alza una vez que el ciclo mundial se reacelere de forma significativa".
"En esencia, la dinámica reciente de la relación entre el euro-dólar refleja predominantemente la alternancia entre dos narrativas del mercado: la creencia de que los tipos de interés se mantendrán 'más altos durante más tiempo' debido a la resistencia de la economía estadounidense y la narrativa opuesta de que la ralentización de la actividad obliga a la Reserva Federal a aplicar una serie de recortes de tipos antes de lo previsto", explica.
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Un segundo mandato de Trump en EEUU estaría "asociado con fortaleza del dólar"La duración del actual episodio de "subida prolongada" dependerá de los datos, y las últimas cifras macroeconómicas de EEUU "han sido más débiles de lo esperado, lo que apunta a una atenuación del rendimiento cíclico superior de Estados Unidos".
"Sin embargo, es poco probable que el euro se beneficie del debilitamiento de la actividad económica en Estados Unidos, dado que las principales economías de la zona del euro han visto decepcionantes sus PMI manufactureros en junio. En este contexto cíclico relativo, el BCE debería poder recortar su política más que la Reserva Federal este año", manifiesta.
Las elecciones estadounidenses también tendrán un papel importante en la evolución de la relación entre el euro y el dólar, y en opinión de este analista, "la combinación de políticas de Trump sería probablemente más inflacionista que una continuación de las políticas de Biden, lo que implica que en 2025 la Fed aplicaría menos recortes de tipos en este caso".
"En definitiva, esto significa que la ventaja de los tipos de interés oficiales de la Fed sólo debería bajar a un ritmo muy gradual. La valoración actual del mercado indica que la ventaja de los tipos de interés oficiales de la Reserva Federal frente a la mayoría de los bancos centrales del G-10 probablemente alcanzará su nivel máximo en el cuarto trimestre de este año, a partir del cual debería disminuir a lo largo de 2025. En nuestra opinión, esto significa que la relación euro-dólar debería mantenerse en torno a los niveles actuales y subir sólo moderadamente en 2025", concluyen.
LA PARIDAD "NO ES IMPOSIBLE"
Por su parte, los analistas de Bank of America consideran que una paridad entre ambas divisas "no es imposible", aunque lo ven como un resultado "raro".
"Algunos analistas siguen buscando oportunidades para situar el EUR/USD en paridad. Aunque también lo hemos señalado en los riesgos de cola, es poco común y no ha durado mucho en el pasado. Necesita que todo salga mal y permanezca ahí. Excluyendo el ciclo de estallido de la burbuja de las puntocom, la probabilidad de que el EUR/USD alcance la paridad o menos utilizando datos trimestrales es cero", consideran.
En la firma no tienen claro si el EUR/USD "se mantendrá en sus mínimos posteriores a 2014 o se recuperará hasta sus máximos anteriores", y apuntan que "mucho depende del equilibrio entre la deuda insostenible y el excepcionalismo estadounidense, y del grado en que Europa se acerque para abordar sus graves desafíos de geopolítica y de dependencia energética".
"Una posible guerra comercial después de las elecciones estadounidenses también podría debilitar aún más al euro. Sin embargo, para nosotros la paridad sigue siendo sólo el resultado en escenarios de riesgo extremo, e incluso entonces no esperaríamos que dure mucho tiempo", concluyen.