A principios de esta semana el euro/dólar alcanzó su nivel más alto desde abril de 2022, después de las previsiones no apuntaban a una recuperación en el corto plazo, debido a la amenaza de una profunda recesión en la eurozona debido a la guerra de Ucrania y la crisis energética. Por ello, ya no es descartable que el par pueda superar la zona de 1,10 en las próximas semanas.
Así lo creen en iBanFirst, que explican que este pronóstico se sustenta en un contexto en el que la UE ha conseguido diversificar sus fuentes de energía, apostando sobre todo por el GNL (Gas Natural Licuado) de Estados Unidos, Australia y Qatar.
Por otro lado, aunque la actividad económica se ralentiza en la mayoría de los países y existe cierto consenso sobre que en 2023 el PIB de la eurozona se sitúe en el 0%, creen que se trata de una visión muy conservadora y que el PIB podría alcanzar al menos el 0,6% este año.
A esto cabe añadir la debilidad del dólar estadounidense y las expectativas de que el BCE pueda endurecer su política monetaria más que la Fed, añaden.
"En conclusión, por ahora, el tipo de cambio se mantiene en torno a sus máximos del ciclo cerca de 1,09, pero la tendencia que se percibe es claramente favorable a la divisa europea, sustentada en la política monetaria del BCE y la relativa resistencia de la zona euro", afirman.