Caídas del 1,2% en la libra, que cede terreno rápidamente hacia los 1,30 dólares, después de iniciar la semana cerca de los 1,32 dólares, máximos de tres semanas alcanzados el viernes, cuando se materializó el Brexit. Contra el euro, la divisa también ha perdido casi un 1% hasta las 0,8480 libras.
Noticia relacionada
Los alcistas en la moneda británica repliegan rápidamente sus posiciones, después de la dureza con la que el primer ministro británico, Boris Johnson, se ha dirigido a la Unión Europea (UE), el día en que ambas partes ofrecen sendos discursos sobre sus posiciones iniciales antes de iniciar las conversaciones para sentar las bases de la futura negociación de su relación comercial. El premier ha asegurado que Reino Unido "prosperará" incluso si no es capaz de lograr el acuerdo que busca con la UE, lo que ha dañado el avance de la moneda al revivir los miedos de un Brexit duro.
Las partes tienen hasta fin de año, cuando expirará el período de transición que se han dado los antiguos socios, para asegurar un acuerdo sobre comercio y relaciones futuras, pero Johnson ha decidido imprimir a sus primeras palabras un tono duro, diciendo que Gran Bretaña no se adherirá a las reglas y regulaciones del bloque.
La UE, por otro lado, advirtió a Gran Bretaña que el acceso a su mercado único de 450 millones de personas dependerá del grado de aceptación de Londres a tales reglas sobre regulaciones ambientales y laborales.
“La libra ha reaccionado a las señales no muy alentadoras de las dos partes al comienzo de las negociaciones. Ambos están tomando posturas muy extremas", ha explicado Adam Cole, estratega de RBC Capital Markets en Londres.
La moneda había enviado señales alcistas al finalizar enero en las inmediaciones de los máximos de este año, después de que la semana pasada el Banco de Inglaterra mantuviera las tasas de interés estables al 0,75%, sorprendiendo a algunos que esperaban un recorte de 25 puntos básicos. Pero los expertos avisan de nuevos riesgos para la libra, ya que se anticipa un duro enfrentamiento que imprimirá a la moneda un comportamiento "similar al del año pasado, cuando la volatilidad estaba al orden del día y había sensibilidad extrema a las noticias sobre el acuerdo", indica Neil Wilson, analista de Markets.com.
