Brasil y Argentina comenzarán a trabajar para preparar una moneda común. La idea inicial es denominarla 'sur' y también se planteará a otros países latinoamericanos unirse a ella. De llegar a ser una realidad, podría crear el segundo bloque monetario más grande del mundo.
Este es uno de los acuerdos que se planteará en la reunión de los presidentes de ambos países durante la visita de Luiz Inácio Lula da Silva a Buenos Aires esta semana.
Al principio correría en paralelo con el real brasileño y el peso argentino, según los detalles conocidos por 'Financial Times'. "Son Argentina y Brasil invitando al resto de la región", ha señalado al periódico el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa.
"No quiero crear falsas expectativas, es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer", ha añadido.
Y es que, de llegar a buen puerto las negociaciones, este proceso no sería algo rápido, puesto que es probable que el proyecto tarde muchos años en materializarse. De hecho, en Europa crear el euro llevó unos 35 años.
También ha declarado que el estudio de esta moneda común "incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales", "sería un estudio de mecanismos de integración comercial".
"Si la adopción de una moneda única partiera de parámetros similares a la adopción del euro por los miembros de la Unión Europea (UE), creemos que el listón sigue siendo muy alto para una o ambas economías en la mayoría de los casos", destacan los analistas de Rabobank, y citan "la estabilidad de la inflación medida por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IAPC) a 12 meses vista, déficit presupuestario en torno al 3%, ratio deuda bruta-PIB en torno al 60% y tipos de interés a largo plazo cerca de 2%".
Según sus previsiones, la evolución de los indicadores que esperan para Brasil es "muy diferente" a los parámetros sobre los que se edificó la creación del euro.