- A pesar de los gestos de perdón hacia las otras tres gradas del Sánchez Pizjuan, la afición criticó fuertemente al jugador del Real Madrid
- Desde su llegada al Real Madrid en 2005 sus visitas al campo del Sevilla FC siempre han estado rodeadas de polémica
El Real Madrid volvió a darle la vuelta a un partido en los minutos finales, y una vez más tuvo a Sergio Ramos entre sus protagonistas. El 3-2 marcado de penalti a lo 'Panenka' fue el principio de una nueva polémica entre el Sánchez Pizjuan y el jugador sevillano del Real Madrid.
Corría el minuto 84 del partido y el Sevilla FC ganaba 3-1, aunque el Madrid seguía teniendo su plaza en los cuartos de final de Copa estaba perdiendo su primer partido desde su derrota en abril ante el Wolfsburgo. Los blancos volvieron a sacar su talento en los últimos minutos y gracias a los goles de Sergio Ramos y Benzema salvaron su récord, 40 partidos invictos consecutivos.
La mayor polémica del partido no tuvo al colegiado del encuentro, Undiano Mallenco, como protagonista sino a Sergio Ramos. El de Camas marcó el 3-2 de penalti y le dedicó varios gestos reivindicativos contra el fondo en el que se encuentran los ultras del Sevilla. Los Biris suelen dedicar al jugador del Real Madrid insultos y cánticos contra él desde que fichara por el club blanco y eso no ha pasado desapercibido para el sevillano. A pesar que después de el gesto contra los Biris, Ramos pidió perdón a los otros tres fondos por el gol, la mecha ya estaba encendida.
"No he faltado el respeto a la afición del Sevilla, al revés, les pedí perdón a una parte, a la otra no. El Sevilla siempre será mi casa, me piten más o me piten menos. El sevillismo merece todo mi respeto pero los que se acuerdan de mi madre desde el minuto 1 no. El día que me entierren habrá dos banderas: la del Sevilla y la del Real Madrid", aseguraba Sergio Ramos en la zona mixta del Ramón Sánchez Pizjuan.
Fuente: Twitter (@Gol)