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Zidane durante la eliminatoria del Real Madrid de la Copa del ReyLA LIGA

El Real Madrid ha sellado este sábado en el Santiago Bernabéu, en el redebut de Zinédine Zidane como técnico blanco, un cómodo triunfo ante el RC Celta (2-0), que resistió las embestidas madridistas en la primera mitad pero que se deshizo tras el tanto de Isco Alarcón, que abrió la lata y puso fin a su etapa de ostracismo con Santiago Solari.

Nueve meses después de dirigir por última vez al equipo en el Bernabéu, curiosamente ante el mismo rival que este sábado, 'Zizou' regresó a su casa y lo hizo bajo una atronadora ovación del público al que regaló tres Ligas de Campeones consecutivas. "Quiero al Real Madrid y estoy aquí", señaló el lunes en su presentación de nuevo como técnico blanco, una frase que recogió el Fondo Sur en una gran pancarta de agradecimiento.

Y en su vuelta a casa le acompañaron algunos de sus más firmes escuderos en sus dos años y medio de éxito en Chamartín. Así, bajo los palos regresó Keylor Navas en detrimento de Thibaut Courtois, indiscutible en el campeonato doméstico tanto con Lopetegui como con Solari. Más sorprendente fue la apuesta por Marcelo en lugar de Sergio Reguilón, uno de los hombres más en forma esta campaña; en la otra banda, Odriozola suplió a Carvajal.

La sanción de Casemiro y las lesiones de Lucas Vázquez y Vinicius pusieron, además, en bandeja la titularidad de Isco, expedientado con el preparador argentino, y de Asensio. Con ello, vuelven a gozar de la confianza con la que no contaron en los últimos meses; el artificiero Zidane había regresado para desactivar la pirotecnia del vestuario madridista.

Si en aquella despedida del coliseo blanco se fue con un 6-0 ante los gallegos, hoy en descenso y sin el lesionado Iago Aspas y con Kevin Vázquez en el lateral en lugar de Hugo Mallo -sancionado-, en esta ocasión al cuadro local le costó más descifrar los entresijos de la zaga celeste.

Y eso que los de Fran Escribá comenzaron con contratiempos, como la lesión muscular de Juncà a los cinco minutos que obligó a efectuar el primer cambio y un aviso en forma de centro de Marcelo a Benzema al que el francés no llegó por muy poco. Los vigueses contestaroncon un remate de cabeza de Maxi Gómez ante el que Keylor Navas realizó su primera estirada.

Poco a poco, el conjunto merengue fue ganando peso en el choque para disfrutar de las mejores ocasiones, primero en un disparo de Toni Kroos que se marchó lamiendo el travesaño y sólo unos minutos después, a la media hora, cuando Bale estrelló otro remate de volea en el larguero.

Avisaba el Madrid y se avistaba el gol, que tampoco llegó en un potente chut de Marcelo desde fuera del área que desbarató Rubén Blanco ni en un testarazo de Ramos a la salida de un córner. Con buenas sensaciones, el cuadro blanco enfilaba el túnel de vestuarios.

ISCO RESARCE AL MADRID TRAS EL VAR

Tras el descanso y después de una acción de contragolpe desperdiciada por el Celta, Modric cazó un balón en la frontal que envió al fondo de las mallas; sin embargo, el colegiado, tras consultar con el VAR y observar de nuevo la jugada en el monitor, anuló el tanto al interpretar que Varane entorpecía la visión del portero gallego.

Sin embargo, en el 62, Isco hacía olvidar el mal trago; Asensio recogió el esférico y lo llevó hasta el borde del área, donde cedió para un Benzema que pudo un centro raso que el malagueño no desaprovechó, justo un minuto antes de que Zidane le sustituyese por Ceballos.

El gol desperezó al Madrid, que prácticamente dominó de ahí al final del encuentro y que pudo incrementar la renta en un remate de Bale que Rubén Blanco sacó con el pie. No falló el galés en el 77, con un tanto que otorgó la tranquilidad deseada a los suyos.

De esta manera, los madridistas se afianzan en la tercera plaza con 54 puntos, a nueve del líder, el FC Barcelona, que el domingo jugará en campo de un Real Betis que le goleó en la primera vuelta. Los gallegos, por su parte, dormirán una semana más en puestos de descenso, a una unidad de la zona de salvación, que marca el Villarreal.

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