- 'Ha estado muy bien y ha demostrado que es el mejor'
- Una irregular España resuelve la papeleta en Borisov
- La selección, de más a menos, se va de vacaciones con los deberes hechos
El centrocampista de la selección española David Silva elogió el trabajo de Iker Casillas este domingo ante Bielorrusia, donde demostró "que es el mejor" evitando bajo palos la sorpresa rival ante lo ajustado del marcador, un triunfo por la mínima (0-1) con gol del canario en la sexta jornada de clasificación para la Eurocopa de 2016.
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"Ha estado muy bien y ha demostrado que es el mejor", señaló el jugador del Manchester City tras el encuentro celebrado este domingo en el Borisov Arena alabando la actuación del portero del Real Madrid. Además, Silva se mostró contento por marcar y por los tres puntos para España, que acercan el billete para la próxima cita continental. "Muy contento con la victoria y con los tres puntos que nos acercan a Francia, y claro por mi gol", explicó.
"El míster ha hecho grandes cosas en todos estos años y vamos a hacer muchas más cosas de cara al futuro", apuntó refiriéndose a los 100 partidos que cumplió Vicente del Bosque como seleccionador nacional.
VICTORIA DE ESLOVAQUIA
Eslovaquia, líder del grupo C, gana su compromiso frente al combinado de Macedonia
La selección española ha logrado este domingo en el Borisov Arena una importante victoria contra Bielorrusia (0-1) en la sexta jornada de la clasificación para la Eurocopa 2016 gracias a un gol del 'citizen' David Silva antes del descanso y que le permite seguir la estela de Eslovaquia, líder del grupo C tras ganar su compromiso frente a Macedonia, en un encuentro que los jugadores españoles --ya de vacaciones-- fueron de más a menos.
El combinado español, obligado a no fallar para no meterse en problemas y dificultar la compra de su billete para ir a Francia el próximo verano, desbloqueó el entramado defensivo de Bielorrusia con un buen juego durante el primer periodo aunque evidenció una alarmante falta de gol que puede pasar factura a largo plazo si no se encuentran las soluciones necesarias.
Vicente del Bosque --que cumplió 100 partidos al frente del combinado español-- decidió aplazar las transiciones generacionales en el once inicial para otro momento en el que la selección, que persigue a Eslovaquia en el grupo, no se juegue tanto. Así las cosas, el juventino Álvaro Morata fue el único miembro que refrescó a la generación que alcanzó la cima en Sudáfrica y se asomó al precipicio en Brasil.
Con Cazorla en el doble pivote, pegado a Busquets, España adquirió --como era previsible-- el ritmo y el dominio de partido. Combinó con sencillez, llevó el balón para ser jugado por los costados con el objetivo de ensanchar campo en busca de agujeros en la defensa de Bielorrusia y llegó hasta la frontal para culminar las segundas jugadas que se originaban con insistencia.
A España, que volvió a transmitir buenas sensaciones, le falló en determinadas ocasiones no ser más prácticos en su juego. Sobraron pases entre sí. Faltó más puntería y mejor definición. Promedió durante el primer periodo más del 70% de posesión y probó hasta en doce ocasiones al portero rival, siendo Pedro el más insistente con tres remates.
De la sociedad formada por Cesc Fábregas y Sergio Ramos, que se buscaron con constancia en cada jugada a balón parado, se benefició David Silva para llevar la tranquilidad al banquillo. En el momento que más atascada se encontraba España, el canario aprovechó una salida pésimamente medida por Gorbunov a una falta lateral de Fábregas para deshacer el empate y tomar el camino a los vestuarios por delante en el marcador.
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CASILLAS SOSTIENE A ESPAÑA
Bielorrusia se obligó a sí misma a meterse en el partido ante la relajación de su rival
La diana de Silva, la vigésimo tercera como internacional español, relajó a España. El exceso de laxitud y la escasa tensión demostrada en el segundo periodo terminó por despertar a una Bielorrusia, que se obligó a sí misma a meterse en el partido ante la relajación de su rival. De esta manera, buscó el empate y no lo encontró gracias a dos actuaciones salvadoras de Iker Casillas.
El mostoleño, que mantiene aún su condición de titular en los partidos oficiales mientras los amistosos son cosa de David de Gea, salvó un mano a mano contra Kornilenko y sacó los puños a un trallazo seco de Maevski desde fuera del área. No fue la única ocasión que los bielorrusos disfrutaron y pudieron igualar la contienda si Bordachev, que se encontró un balón muerto en el corazón del área tras un córner, hubiera acertado a rematar entre palos.
España, por momentos, desconectó y repitió el guión (buen primer tiempo y malo el segundo) del partido de marzo frente a Ucrania. Los cambios de Vicente del Bosque, dando entrada al sevillista Vitolo -- 56º debutante a las órdenes del salmantino -- y al merengue Isco, mejoraron la imagen de una selección que terminó por acusar el desgaste de la larga temporada.
Así las cosas, el combinado español encarriló la recta final del partido regulando esfuerzos y administrando los destellos con los que minimizaba las ganas de Bielorrusia. Gorbunov impidió que España cerrara el partido antes del descuento sacando una mano a un disparo de Silva, que se asoció tirando una pared con Vitolo para filtrarse entre la defensa.
Mató el partido España, cortó el ritmo, cerró filas y se replegó en defensa para cerrar los espacios a una Bielorrusia que lo intentó a pesar de la ausencia de claridad en las ideas con las que atacaba. En consecuencia, la selección nacional firmó tres puntos de enorme valía para distanciarse de Ucrania y citarse contra Eslovaquia en el próximo compromiso internacional ya después de las vacaciones.
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