"Lo único que ha hecho mal Eder Sarabia son las formas, que no me gustan"

BARCELONA, 6 (EUROPA PRESS)

El entrenador del FC Barcelona, Quique Setién, ha asegurado que pese a lo transcurrido en el Clásico, con las críticas de su segundo entrenador, Eder Sarabia, a ciertos jugadores en momentos del partido, no tienen "ningún problema" con el vestuario ni los jugadores, aunque ha reconocido que las "formas" de su ayudante no le gustaron.

"No sé en qué te basas para decir que no tenemos el control del vestuario, porque estamos encantados con el vestuario y no tenemos ningún problema. Esto es una balsa de aceite y así te lo digo. Los jugadores están aceptando todo lo que les decimos con una actitud extraordinaria, no se han quejado de nada", aseguró en rueda de prensa.

Además, aceptan las opiniones del grupo. "Algunos dan su opinión porque la pedimos, y nada más. Tienen que trabajar para llevar a cabo lo que planteamos y lo hacen con una actitud extraordinaria y ven que algunos cosas están funcionando. Son cosas objetivos que les enseñamos. Tenemos una relación con el vestuario en todo extraordinaria", se sinceró.

Eso sí, explicó largo y tendido qué pasó con el tema de Sarabia y por qué dieron explicaciones y pidieron perdón al grupo. "La realidad es que Eder Sarabia lo único que ha hecho mal son las formas en las que se ha expresado, que son las que a mí no me gustan. Quiero matizarlo bien, hay cosas que pueden generar dudas pero nosotros no las tenemos. Lo que me preocupan son las formas, eso es lo que tengo que matizar, por si alguno no lo entiende", aportó.

Según publicaron varios medios, tras grabar a Sarabia y al propio Setién durante el Clásico perdido en el Santiago Bernabéu (2-0), el segundo entrenador se mostró molesto con Antoine Griezmann, Arthur y el equipo y lo hizo evidente con gestos y expresiones que, según Setién, no deben volver a suceder.

"Cuando digo que hemos hablado con todo el mundo y pedido disculpas es por una serie de palabras que entiendo que no se deben utilizar cuando representas a un club como este. El resto, todo el mundo entiende que grites, o bien el entrenador o el segundo, y que es para incentivar a que hagan mejor las cosas", matizó.

En este sentido, cree que tienen la obligación de guardar las formas porque hay muchos niños viéndoles. "Mucha gente entiende que la educación debe primar y los que salimos en los medios tenemos que cuidar las formas. Pero el fondo, el alentar a los jugadores, siempre ha sucedido y lo hago yo y él, lo importante son las formas, no el fondo. Eder es y será como ha sido siempre, no va a cambiar y no hay más problemas. Solo debe mirar de cambiar las formas, controlar algunos aspectos, pero ya está. Esto no da más de sí", concluyó.

Así, no cree que la relación con sus jugadores se vea afectada, y también negó que perder el Clásico haya sido un paso atrás en ganarse la confianza del grupo. "Cuando viene uno nuevo, uno mira a ver qué puede aportar y a algunos les convences más rápido, a otros cuesta más. Ganarme la confianza de los jugadores es parte del trabajo, transmitir que mis conocimientos les van a ayudar y convencer de verdad de que eso nos puede llevar a ganar. Pero esto son cosas normales, quizá vosotros le buscáis mas cosas pero la realidad es que no las hay", recalcó.

Por otro lado, sobre sus 52 días en el cargo, fue claro y conciso: "Se me ha hecho cortísimo esto, ha pasado tan rápido que me da pena de no poderlo disfrutar más. Así de claro. Me gustaría que esto durara toda la vida".

"En positivo, me esperaba la calidad enorme que tienen los futbolistas y la buena predisposición que tienen para trabajar. La actitud del equipo me ha encantado. Está siendo muchísimo más fácil de lo pensado, no he tenido que dar un solo grito. Mi manera de actuar es la de convencer y suelo convencer para que luego los jugadores den lo mejor de sí mismos. En negativo, no hay nada", concluyó.

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