Muchos españoles se preguntan por qué la final de la Copa Libertadores tiene que jugarse en Madrid. Sobre todo, por temor a que se repitan los graves incidentes que llevaron a suspender el partido en Argentina. Entre los objetivos de España hay uno claro: demostrar que es capaz de organizar un evento de este calado, con miras a convertirse en la sede del Mundial 2030, junto con Portugal y Marruecos.
Para hacer ver que la candidatura de España, Portugal y Marruecos es la más viable, el Gobierno de Pedro Sánchez, la Comunidad de Madrid, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Real Madrid han unido sus fuerzas. El mundo del fútbol también estará pendiente de Madrid en junio, cuando se dispute la final de la Champions en el Wanda Metropolitano. Otro evento, en el que participará el Atlético de Madrid, que puede dar más puntos a España para conseguir el Mundial.
Los expertos apuntan que el partido dejará en Madrid entre 25 y 40 millones de euros, aunque los empresarios madrileños, incluso, cifran el impacto económico en 92 millones de euros, de los cuales 42 se percibirán de forma directa y otros 50 de forma indirecta, según CEIM Confederación Empresarial de Madrid-CEOE.
Por citar algunos ejemplos demostrados, la final de Champions disputada en Cardiff dejó 51 millones de euros en la capital galesa, según Council. El impacto económico de un Mundial de fútbol es mucho más astronómico. Por ejemplo, este verano, el gobierno de Rusia pronosticó ingresos de 13.169 millones de euros, lo que representa alrededor del 1% del PIB del país.
El 50% de estas cantidades suelen ir a parar al sector hotelero, según apunta el profesor de EAE Business School y especialista en la comercialización, venta y marketing en empresas deportivas, Jaime Fortuño. La restauración y el comercio se llevan alrededor de un 20% cada uno, mientras que al transporte va a parar un 5% y el 5% restante acaba en otros parámetros.
Noticia relacionada
El Santiago Bernabéu acogerá la vuelta de la final de la Copa LibertadoresDesde el Gobierno han ofrecido cifras concretas de lo que esperan de este evento. El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, apuntó que el River-Boca generará unos beneficios de 42 millones de euros de ingresos directos para Madrid. Además, habría que sumar otros 50 millones de ingresos indirectos por la marca España y la marca Madrid.
Eso sí, habrá que gastar 650.000 euros para el despliegue de la Policía Nacional, de acuerdo con las declaraciones de Uribes. Una cantidad a la que habrá que sumar el coste de las jornadas y horas extras de policías municipales, personal de limpieza, Samur, Protección Civil y personal de vigilancia del Real Madrid. Quién pagará este dispositivo es aún una incógnita, ya que el representante del Gobierno señaló que el secretario general de Seguridad se reunirá con la CONMEBOL tras el partido para debatir este asunto.
Sin embargo, los intereses por organizar la final de la Copa Libertadores van más allá del Mundial. En los palcos del Santiago Bernabéu se encontrarán empresarios españoles y argentinos. ¿Quién sabe si de aquí podrán salir grandes negocios? El partido “va a ayudar mucho a un acercamiento entre Argentina y España”, remarca el profesor, teniendo en cuenta la vinculación que tienen las compañías privadas españolas con Sudamérica.
¿Por qué ha prestado el Real Madrid el Santiago Bernabéu?
El Real Madrid puede ser la institución más perjudicada este domingo, en caso de que el Estadio Santiago Bernabéu sufra daños materiales. “No es un tema solo del Real Madrid, es un tema de estado”, indica Fortuño. “Madrid se quiere focalizar en dar una buena imagen al mundo como centro mundial del fútbol”, añade.
Sin duda, el club presidido por Florentino Pérez ha percibido dinero por prestar su estadio. La cantidad no se ha hecho oficial, pero algunos medios argentinos apuntan que rondaría los 2,5 millones de euros, a los que hay que sumar 13.000 entradas que el club se ha reservado para sus compromisos. “Desde el punto de vista empresarial, es una muy buena actividad”, señala Fortuño, aunque esa cantidad sea algo insignificante, comparada con las cifras millonarias que maneja el mundo del fútbol.