MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
El exentrenador del Málaga José Miguel González, 'Míchel', se despidió del conjunto andaluz agradeciendo todas las "muestras de cariño y enseñanzas" y creyendo con "absoluta sinceridad" en una remontada del equipo.
"Desde mi llegada a este club no he parado de recibir muestras de cariño y enseñanzas. Por todo ello, mi agradecimiento y, como no podía ser de otra manera, el mejor de los recuerdos", deseó Míchel este lunes en su carta de despedida. "Deseo con absoluta sinceridad que las victorias empiecen a llegar para poder disfrutar de esa calma que se necesita. Ojalá mi sucesor lo consiga; yo no solo lo deseo, lo creo", añadió.
El madrileño entendió la decisión del club, un Málaga que se hunde en la clasificación después de cuatro derrotas consecutivas. "Como deportistas que somos todavía, aceptamos que los resultados no conocen de merecimientos, ni de plena dedicación; solo del gol aunque ya no los metamos", criticó.
Míchel no quiso olvidarse de ningún miembro del Málaga, los cuales consiguieron que su experiencia en el equipo malaguista "haya merecido la pena". "He podido comprobar cómo la gente de este club se desvive en el día a día por hacerlo mejor, te hace sentir en casa, que todo sea más sencillo y que tan sólo te preocupes de estar cómodo", valoró.
"Para un entrenador, que siempre tiene las horas contadas y la maleta hecha, valorarte y hacerte sentir que serás eterno en este club es una vivencia exclusiva a aquellos que trabajan y colaboran en el Málaga CF uniendo vocación y sentimiento", continuó.
"ME HUBIESE GUSTADO HACER MEJORES A LOS JUGADORES, MUCHO MEJORES"
Respecto a los jugadores, el técnico lamentó no haber podido "hacerles mucho mejores y que pudieran disfrutar al máximo", negando cualquier responsabilidad en la plantilla sobre los resultados del Málaga ya que "cuando uno da todo, no se les puede exigir más".
También se acordó de la dirección del conjunto malaguista, agradeciendo haber tenido una despedida del club "sin traumas". "Confiaron en la persona y valoraron al entrenador con el paso de los días y nuestras múltiples conversaciones", confesó.
Por otro lado, Míchel sintió una "eterna deuda" con el resto del club, "a todos sin excepción", quienes demostraron tener un "sentimiento insuperable" por delante del "negocio o medio de vida".
El entrenador madrileño también tuvo palabras de agradecimiento, incluso para aquellos que le criticaban. "Tanto los que me siguen animando por la calle como los que me gritaban 'Míchel, vete ya', porque todos tienen algo que decir en esta situación de inestabilidad marcada por los resultados", sentenció.