- Ninguno de los grandes equipos se libra de la corrupción
- Algunos presidentes tienen incluso penas de cárcel
El negocio del fútbol es uno de los más lucrativos en España, pero también, de los que más corrupción genera. Ganar a cualquier precio se ha convertido en una máxima que no todos los equipos pueden cumplir, por lo que recurren a diversas tretas para facilitar sus objetivos.
El pasado martes, el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, declaró en la previa de la eliminatoria de semifinales ante el Real Madrid, que “los ricos no lloran”, refiriéndose a los equipos con mayor potencial económico, que son los que tienen mayores, o las únicas, opciones de lograr un título al final de temporada.
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Esto se traduce en una exigencia que, año a año, ahoga financieramente a los equipos más pequeños y les obliga a lograr los objetivos proyectados a principio de temporada para poder seguir adelante. La única pega es que la no consecución de estas metas espanta a patrocinadores y con ellos, la oportunidad de construir cada año una plantilla más competitiva.
Pero eso es lo que les pasa únicamente a los equipos sin recursos. El resto, siempre tratan de buscar los vacíos legales para poder ejercer su dominio en la más alta competición. Es el caso de muchos de los presidentes de los mejores clubes españoles, que han sido imputados por delitos de diversa índole.
JESÚS GIL Y ENRIQUE CEREZO, IMPUTADOS EN EL ATLÉTICO
Hasta que entró en la cárcel, el fallecido ex presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, convirtió el club en una rentable inversión. Una manera fantástica de “tener a la prensa cada domingo en la puerta de tu casa”, según se jactaba, un escaparate político y una forma 'aceptada' de blanquear dinero.
El actual presidente del club, Enrique Cerezo, también fue imputado por un presunto delito de apropiación indebida de fondos del club. De hecho fue condenado a un año de cárcel, que nunca llegaría a cumplir, porque el delito prescribió, tal y como indicó en su momento el Tribunal Supremo.
RAMÓN CALDERÓN Y SU POLÉMICA VICTORIA EN LAS ELECCIONES
El Real Madrid también ha vivido sus polémicas relaciones con la justicia. Al margen de los curiosos 'negocios' que lleva a cabo Florentino Pérez siempre que ficha a un nuevo jugador para el equipo, el suceso más sonado fue la imputación a Ramón Calderón.
El ex presidente fue juzgado después de que el actual mandatario del club blanco dimitiera de su cargo, dando lugar a un proceso electoral interno. Calderón se alzó con la victoria en los comicios, pero sería denunciado más tarde por supuesto fraude. Un programa de televisión grabó imágenes que le delataban, pero la Audiencia Provincial de Madrid archivó la causa en 2012 tras admitir un recurso en el que no consideraban como prueba las imágenes por haber sido tomadas con cámara oculta.
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SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL: EL DEL DINERO NEGRO
La ciudad andaluza también ha tenido problemas con los presidentes de sus dos clubes: el Betis y el Sevilla. El primero, estuvo dirigido por Manuel Ruiz de Lopera, que incluso puso su nombre al estadio y fue investigado por un presunto delito de apropiación indebida. En concreto, 25 millones de euros propiedad del club.
En cuanto al Sevilla, tenemos otro de los casos de encarcelación. El ex presidente José María del Nido entró en prisión después de ser condenado a siete años de cárcel por el caso 'Minutas', al haber facturado millones de euros al Ayuntamiento de Marbella por servicios jurídicos que nunca prestó.
SANDRO ROSELL Y BARTOMEU PODRÍAN IR A LA CÁRCEL
Pero sin duda, el caso más reciente es el del ex presidente del Barça Sandro Rosell y el del actual mandatario Josep María Bartomeu, para los que la Abogacía del Estado pidió el pasado 13 de abril penas de de seis años y nueve meses dos años para el primero y tres meses de cárcel para el segundo por delitos fiscales en el fichaje del brasileño Neymar.
Según publicó Europa Press, las fuentes jurídicas indicaron que al Barça como persona jurídica se le imputan los tres delitos contra la Hacienda Pública atribuidos a sus dirigentes y reclama que pague multas por valor de 22,2 millones de euros, a razón de 4,8 por lo que dejó de tributar en 2011; 13,5 por los impagos correspondientes a 2013; y 3,8 por los relativos al ejercicio fiscal de 2014.
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