MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
La Vuelta Ciclista a España desveló este martes oficialmente su recorrido con año 2020, una simbólica 75 edición en la que la 'grande' traspasará fronteras con incursiones en tres países y que volverá a mirar hacia el cielo muchos finales en alto, entre ellos un mito del Tour como el Tourmalet, y centrados principalmente en el Norte del territorio nacional donde se concentrará el grueso de la carrera.
Unipublic, organizadora de la ronda de tres semanas, dio a conocer en Madrid su apuesta para la cita que reunirá al pelotón del 14 de agosto al 6 de septiembre, un diseño en el que vuelve a buscar hacerla lo más atractiva posible y que tendrá, como ya es habitual, mucha montaña ya desde que los corredores abandonen los Países Bajos.
En total, la Vuelta 2020, que festejará el décimo aniversario de su maillot rojo, tendrá ocho etapas consideradas llanas y once de media o alta montaña, más dos contrarrelojes, una por equipos y otra individual, con un total entre ambas de cerca de 60 kilómetros. La ronda recuperará uno de sus colosos, L'Angliru, tendrá un final en el Tourmalet, una de las grandes bazas del recorrido, dará a conocer subidas nuevas como a La Laguna Negra de Vinuesa o el Alto de Moncalvillo, y pasará por Francia y Portugal, además de por suelo neerlandés.
Allí discurrirán las primeras tres etapas, con salida en Utrecht, una ciudad donde la bicicleta es protagonista en su vida cotidiana y que acogerá una contrarreloj por equipos de 23,3 kilómetros. Este estreno será de lo escaso que habrá de esta disciplina, porque la otra crono, de 33,5 kilómetros, terminará en alto, en el duro Mirador del Ézaro.
Pero para que los favoritos lleguen a ese bello paraje coruñés, antes tendrán que haber atravesado innumerables desafíos. Así, con el inicio de la carrera en suelo español, tras el día de descanso extra que habrá en esta ocasión, los favoritos al trono de Primoz Roglic se medirán en tres jornadas seguidas en el País Vasco, Navarro y Soria con mucha montaña y los finales en el Santuario de Arrate, puerto conocido de la Itzulia, y en La Laguna Negra de Vinuesa, de primera e inédito en la Vuelta.
De ahí, el pelotón empezará a poner rumbo hacia la zona pirenaica y con su culmen en la novena etapa, entre Sabiñáñigo y el Col du Tourmalet, cima mítica vinculada al Tour y al que acompañarán, en los 135 kilómetros de jornada, el Aubisque y el Alto del Portalet.
La entrada en Francia dará paso al segundo día de descanso y el retorno de los ciclistas al País Vasco, a Vitoria, para iniciar la segunda parte del recorrido, otra vez con desafíos montañosos y el final en alto, también inédito, en el duro Alto de Moncalvillo en la undécima etapa. La cima riojana tiene rampas de entre el 8-9 por ciento los tres últimos kilómetros al 13-14.
Los sprinters tendrán dos jornadas consecutivas llanas para acaparar todo el protagonismo antes del final del día siguiente en el Alto de la Farrapona, último de los cuatro puertos, entre ellos La Cobertoria o San Lorenzo, en una decimocuarta etapa que servirá de 'aperitivo' para una de las metas más esperadas cada año: L'Angliru. El coloso asturiano y sus rampas del 23 por ciento vuelven tras ausentarse en 2018 y 2019 para seguramente dictaminar quien entra en la última semana con opciones.
Tras el tercer y último día de descanso, los aspirantes se verán las caras en la mencionada crono con final en el Mirador del Ézaro, pero básicamente llana, y posteriormente se tomarán ya un 'descanso' entrando en el tercer país fuera de España, Portugal, de donde saldrán para la última 'batalla' antes del paseo triunfal hacia Madrid. La penúltima etapa terminará en el Alto de la Covatilla, de categoría especial, y que se ascenderá tras otras cuatro cotas.
Además, durante esta presentación, se rindió un pequeño homenaje a algunos de sus ganadores como Roberto Heras, muy ovacionado, Alberto Contador, Alejandro Valverde, Melchor Mauri, Ángel Casero, el colombiano Nairo Quintana, el italiano Fabio Aru, el kazajo Alexander Vinokourov, el holandés Joop Zoetemelk y el irlandés Sean Kelly.