• Varias contradicciones sobre la versión de los hechos siembran dudas sobre el caso
  • Gunnar Bentze y Jack Conger, con sus pasaportes confiscados, no podrán, de momento, salir del país
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La Policía de Brasil ha impedido la pasada noche que los nadadores americanos Gunnar Bentze y Jack Conger embarcasen en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro con destino a Estados Unidos. Los deportistas deberán ofrecer más datos sobre el supuesto asalto a punta de pistola que sufrieron junto a otros compañeros el pasado sábado en un taxi a la vuelta de una fiesta de celebración del fin del torneo de natación.

Según informa El País, la Policía Civil los había convocado anteriormente para declarar, pero no comparecieron. Ambos, con sus pasaportes confiscados, no podrán, de momento, salir del país. Antes, los agentes ya habían irrumpido en la Villa Olímpica en busca de Lochte y Feigen para llevarse sus pasaportes y revisar sus teléfonos móviles con la esperanza de conseguir más pistas sobre el caso pero ambos ya no estaban allí.

Los deportistas deberán ofrecer más datos sobre el supuesto asalto a punta de pistola que sufrieron el pasado sábado en un taxi de regreso a la Villa Olímpica

El doce veces medallista olímpico, Ryan Lochte, el primero en denunciar los hechos, ha cambiado algunos detalles que siembran más dudas sobre el caso. Y es que el asalto ya no se habría producido en el taxi de regreso a la Villa Olímpica sino en una gasolinera. Además, a Lochte no lo habrían encañonado con una pistola en la cabeza, sino que simplemente lo apuntaron.

La Policía pretende aclarar el suceso, pues las versiones de Lochte y Feigen tienen algunas contradicciones que ponen en duda la veracidad del atraco. Además de lo anteriormente expuesto, la hora en que los nadadores afirmaron que ocurrió el robo no cuadra. Los atletas declararon haber salido de la fiesta a las cuatro de la madrugada, unas imágenes del circuito de seguridad de la Villa Olímpica filmó a los cuatro llegando tres horas después con buena parte de sus pertenencias encima y bromeando entre ellos. Los nadadores, que afirmaron haber consumido alcohol, tampoco se pusieron de acuerdo en el número de personas que los asaltaron y cuántas estaban armadas.

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