- Un patrocinador de los Juegos pagará unos 100 millones de dólares por lucir su publicidad en este evento
- Las infraestructuras han costado alrededor de 15.000 millones de euros
A tan solo unos días para que comience el mayor evento deportivo del año, Brasil se prepara para tener todo milimétricamente controlado para que salga a pedir de boca. Que ocurra todo bien y sin sobresaltos es, precisamente, lo que unos Juegos Olímpicos precisa, pero para ello hay que realizar un gran esfuerzo económico en medio de una realidad poco halagüeña.
En estos quince días las palabras, atletas, oro, plata, bronce, presea, diploma, segundos, puntos, campeón y un largo etcétera nos invadirán nuestra rutina y es que, nos guste o no el deporte, los Juegos Olímpicos son el evento del año. A pesar de que todo el mundo hablará de los atletas y de las medallas, para llegar a ser la sede olímpica hay que sudar la gota gorda. Infraestructuras, transportes o seguridad tienen que funcionar a la perfección. Y como diría Quevedo, 'Poderoso caballero es don dinero', todo esto sería imposible sin la participación de la economía.
*precio en reales
Según la revista Forbes, estos Juegos Olímpicos serán los sextos más caros de la historia. En medio de una gran polémica entre la seguridad y el Zika, el Estado brasileño ha desembolsado casi 15.000 millones de euros para construir el sueño de Río de Janeiro de 2016.
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También se ha calculado que los JJOO de Río de Janeiro de 2016 tengan un impacto positivo en el PIB brasileño para este año. Las estimaciones económicas son muy alentadoras gracias a este evento que se espera con mucha expectación.
Las principales obras, como se ha mencionado anteriormente, calificada como el legado público de los Juegos, llegarán a costar hasta 8.000 millones de euros. La gigantesca operación de seguridad, con 85.000 militares y policías, (cuatro veces más que en Londres 2012) costará casi 200 millones de euros.
Los sponsors oficiales de los Juegos Olímpicos pagarán 100 millones de euros cada una por anunciarse
Para costear esta gran suma de dinero, varias empresas privadas han realizado una contribución significativa. EBX, empresa dedicada a la minería y materias primas, llegó a abonar casi 30 millones de euros. Por otra parte la firma de Telecomunicaciones Embratel ha puesto encima de la mesa algo más de 3 millones, al igual que la constructora Odebrechet. La cosa no acaba ahí y la aerolínea TAM ayudó al gobierno con 1 millón y medio de dólares.
Pero todos estos ingresos no acaban ahí y una de los principales pilares en los que se sostienen los Juegos Olímpicos son los patrocinadores. McDonald’s, Visa, Samsung, Panasonic, o Coca-Cola serán algunas de las multinacionales que aparecerán cada vez que encendamos la TV para ver el espectáculo deportivo. Cada espónsor global paga unos 100 millones de dólares por el monopolio de la publicidad y el negocio olímpico. Hasta 17 patrocinadores oficiales hay en la cita olímpica.
LA TELEVISIÓN, OTRA FUENTE DE INGRESOS
El COI vendía recientemente por 1.300 millones de euros a Discovery Communications, la compañía propietaria de Eurosport, los derechos para televisión y todo tipo de plataformas digitales de los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018, Tokio 2020 y los aún no adjudicados de 2022 y 2024. Este será el último del viejo y oxidado modelo televisivo pero las cifras que se calculan son de 700 millones de euros por olimpiada (periodo de cuatro años).
La economía de los Juegos Olímpicos de Brasil también pasa por el turismo. "Creemos que el turismo será el gran legado de los Juegos Olímpicos Río 2016", aseguró el ministro de Turismo, Alessandro Teixeira, quien espera que el evento permita atraer este año un número de visitantes superior al récord de 2014, con el Mundial de fútbol. Aún es pronto para saber cual será el impacto que dejará sobre la ciudad sudamericana pero viendo el éxito de hace dos años, los empresarios de la mega urbe brasileña se frotan las manos.
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