MADRID, 25 (EUROPA PRESS)

El atleta Jesús Ángel García Bragado tiene claro que intenta "no ponerse límites" y que los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, los octavos de su carrera, son "la ilusión y la motivación" que le hacen seguir hacia adelante, a sus 50 años y tras una larga carrera como marchador, donde espera poder despedirse del atletismo y del deporte, que le ha dado "todo".

"Uno con la edad va notando los límites aunque intento no ponérmelos. A pesar de que muchas veces pienso que ya tengo 50 años, intento olvidarlo, dejar eso de lado y pensar en seguir hacia delante, en Tokio. Mi decisión es estar en los Juegos y la idea es intentar hacer un buen tiempo en invierno que me lo permita, aunque ya esté clasificado. Solo tengo que poner el crono y conseguir el tiempo que pide el Comité Olímpico Internacional", destacó García Bragado a Europa Press.

El campeón del mundo de 50 kms marcha en 1993 y subcampeón en 1997, 2001 y 2009 logró clasificarse para los Juegos Olímpicos del próximo verano al finalizar octavo en los Mundiales de Doha y ahora está pendiente de cumplir con la mínima olímpica en el Campeonato de España de este invierno.

Los de la capital japonesa serán los octavos para el madrileño. "Intento mantener la ilusión de cuando fui a los primeros en el 92. Me hace mucha ilusión poder ir a Tokio y poderme despedir del atletismo y del deporte, que me lo ha dado todo, en otros Juegos. Por eso creo que le puse tanta ilusión al Mundial de Doha porque sabía que era una oportunidad para mí de poder estar en Japón el año que viene. Esa es la ilusión que tenía y la motivación que me hace seguir hacia adelante", recalcó.

El marchador ha estado recientemente en Sudáfrica realizando entrenamientos durante tres semanas "preparando la temporada" junto con todo el equipo nacional, con la idea de hacer un "buen tiempo" en invierno. "Me gustaría conseguir la marca que nos piden para estar en los Juegos, aunque ya tenga todos los números para poder ser el seleccionado", afirmó.

El inagotable 'Chuso' se enfrentará a un nuevo reto en Japón, donde se prevén altas temperaturas para julio y agosto, fecha en la que se disputarán los Juegos y para los que ya se están tomando medidas de precaución como trasladar las pruebas de marcha y los maratones a Sapporo, tras el "duro" Campeonato Mundial de Atletismo vivido en Doha el pasado mes de septiembre.

"Allí el principal hándicap era el calor que íbamos a soportar y teníamos que prepararnos. El calor principalmente es una percepción mental, porque tú y yo podemos estar en la calle y tú tienes más frío que yo o viceversa. El objetivo era que fuera solo eso, una percepción mental. Lo que hice fue someterme a situaciones de mucho estrés térmico, de mucho calor", relató.

El veterano atleta español explicó que tras varios entrenamientos en una cámara térmica, viajó a Doha 14 días para "llegar más avanzado" en este aspecto. "Además de esta previa preparación, seguí entrenándome para poder estar más preparado y convencido de que podría soportar un esfuerzo de 4 horas como la de 50 kilómetros marcha", sentenció.

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