MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Estefanía Descalzo, jugadora del Mecalia Atlético Guardés, es una de las deportistas que ha retomado su profesión lejos de las canchas para echar una mano en la primera línea de lucha contra la pandemia del coronavirus, un cambio en su vida que le está haciendo convivir con "situaciones muy duras para las que nadie está preparado".
Descalzo, de 29 años, ha vuelto a ocupar su puesto de enfermera para ayudar en el Hospital La Fe de Valencia, un trabajo y una ciudad que había dejado para dedicarse en exclusiva y de manera profesional al balonmano, según informó la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM).
Así, tras toda una vida en el Canyamelar Valencia, Descalzo puso rumbo a A Guarda a finales del curso pasado para ponerse a las órdenes de José Ignacio Prades, que ha confiado en ella plenamente dado que ha disputado todos los partidos de Liga Guerreras Iberdrola hasta la fecha.
Pero tras decretarse el Estado de Alarma en España y pararse la competición, la jugadora valenciana se puso a disposición de los servicios sanitarios con el objetivo de ayudar a combatir la pandemia en el hospital de su ciudad natal.
"A día de hoy trabajo en la unidad de neumología, y aquí todos los pacientes que tenemos son portadores del COVID-19, pero son leves. En cuanto se agrava la situación, son trasladados a la UCI", relata Descalzo en declaraciones facilitadas por la RFEBM.
La especialista defensiva recalca que sus cuidados y los de su compañeros en este caso "son más básicos" y "la esencia" de su profesión. "Les acompañamos en todo momento, les atendemos en cualquier carencia que tengan como ayudarles a comer o con la medicación, o algo tan sencillo como acercarles a su familia a través de las videollamadas", apuntó.
"Estamos viviendo situaciones muy duras para las que nadie está preparado, pero también hay momentos de emoción, y eso es lo que nos ayuda a seguir cada día combatiendo al virus en primera línea", admite Descalzo, subcampeona de Europa juvenil en 2007 con la selección española.