El Real Madrid dejó atrás la debacle de Copa y mostró este domingo su capacidad de reacción para remontar ante Osasuna en El Sadar (1-4) en la vigésima tercera jornada de LaLiga Santander, un resultado que le permite mantener una semana más el liderato de la competición y con el que mete presión al FC Barcelona.
El conjunto de Zinédine Zidane (52) ha dormido en lo más alto de la tabla con tres puntos de ventaja sobre los blaugranas. La eliminación en Copa del Rey ante la Real Sociedad (3-4) no afectó al pulso de los blancos en LaLiga, a pesar de que se vieron obligados a nadar a contracorriente.
El tempranero tanto de Unai García a los 14 minutos les hizo despertar de su letargo, pero en solo cinco minutos Isco Alarcón y Sergio Ramos solucionaron la papeleta. Por su parte, el cuadro de Jagoba Arrasate (28) interrumpe una racha de tres jornadas puntuando en su primer partido liguero sin el Chimy Ávila, aunque conservan 10 puntos de renta sobre el descenso.
En el regreso a la competición doméstica, el cuadro madridista saltó al coliseo rojillo con Gareth Bale como principal novedad. Después de cuatro encuentros sin entrar en la convocatoria, el galés volvió al once y dispuso de una gran ocasión en los primeros minutos en un balón filtrado de Isco al que se anticipó Estupiñán.
Antes ya habían avisado Nacho Vidal, con un disparo raso, y José Arnaiz, cuyo remate se marchó desviado, pero fue Rubén García el que más peligro llevó en una acción en la que se deshizo de la zaga blanca y obligó a Thibaut Courtois a desbaratar la oportunidad en el mano a mano.
En esa salida en tromba, Osasuna encontró pronto su premio; antes del cuarto de hora y justo después de que la lesión de Moncayola le hiciese efectuar el primer cambio, Rubén García cabeceó a la perfección un saque de esquina al primer palo, alojando es esférico en la meta lejos del alcance del portero belga.
Lejos de amilanarse, el equipo de Zinédine Zidane respondió igualando la intensidad de los locales. Primero, David García, tras la mala salida de Sergio Herrera, salvó bajo palos un chut de Karim Benzema, el mismo punto desde donde Estupiñán sacó una volea de Carvajal antes de que Bale rematase de cabeza por encima de la portería.
Llegaron entonces cinco minutos de contundencia blanca. En el 33, Isco cazó un rechace a disparo de Bale para, de primeras, sorprender al guardameta del cuadro pamplonés. Casi sin tiempo para asimilarlo, Osasuna recibió un segundo mazazo en forma del gol de Sergio Ramos, que a la salida de un córner remató de cabeza al fondo de las mallas (min.38).
OSASUNA SE VUELCA EN ATAQUE Y LUCAS VÁZQUEZ SENTENCIA
A pesar de todo, Osasuna consiguió rehacerse tras el paso por vestuarios y mostró sus intenciones en un disparo lejano de Iñigo Pérez y en un chut rozando el palo de Rubén García, aunque, volcado en ataque, su principal preocupación residía en que los madridistas pudiesen pillarle a la contra.
De hecho, a punto estuvieron los blancos se sentenciar en una doble ocasión de Isco, desde la frontal, y de Casemiro, que capturó el rechace y se topó con Herrera, pero fue Lucas Vázquez, que había entrado en el campo sustituyendo a Bale, el que finiquitó el choque con un remate cruzado tras un pase en bandeja de Benzema (min.84).
Luka Jovic, ya en el descuento, también se unió a la fiesta. De esta manera, el Real Madrid olvida la eliminación copera, que interrumpió una espectacular racha de 21 partidos sin perder, y mantiene su fiabilidad en LaLiga con su quinto triunfo seguido.