- El precio de las entradas para la final superan los 250 euros
- El torneo deja 90 millones de euros en impacto económico
Roland Garros llega a su fase final y, un año más, Rafa Nadal se ha colado entre los mejores y vuelve a amenazar con ser el rey del torneo por excelencia de tierra batida en el que se mueven unas cifras impresionantes.
Rafael Nadal vuelve a soñar con levantar por décimo año uno de los cuatro ‘grand slam’ del circuito. El balear ha llegado en un tremendo estado de forma y tiene unos números inmejorables hasta la final.
Si el español llegase a ganar en París (sus ganancias en torneos ascienden a 83 millones de dólares en toda su carrera), se embolsaría dos millones de euros. Este año, el premio para el vencedor se ha incrementado un 5%.
Roland Garros deja unos 90 millones de euros de impacto económico
En cuanto al precio para poder ver las semifinales, las tarifas oscilan desde los 70 euros hasta los 115. Si se quiere acudir a la gran final de la cita gala, hay que rascarse un poco más el bolsillo: desde 140 hasta los 230 euros. Los abonos son otro de los grandes reclamos de la organización y se pagan desde 185 euros hasta los 2.950 (palco) por disfrutar de todo Roland Garros.
París respira tenis durante dos semanas que dura el abierto de París. Según un estudio del Ayuntamiento de la capital francesa, Roland Garros deja unos 90 millones de euros de impacto económico.
Los espectadores suelen mirar al cielo con bastante asiduidad. Roland Garros es la única pista de los cuatro grandes que no cuenta con la central techada, se espera que en los próximos años se pueda tapar aunque la burocracia de Francia va muy lenta.
Más datos, el partido más largo del torneo duró más de 6 horas y 33 minutos se batieron sobre la pista parisina los franceses Fabrice Santoro y Arnaud Clément en la primera ronda de 2004. Santoro se impuso por 6-4, 6-3, 6-7 (5), 3-6, y 16-14.
¿Cuántas pelotas se necesitan para este torneo? Hasta 65.000 bolas pasan por la manos de los más de los 750 recogepelotas que completan la plantilla para que todo salga a la perfección.