Novak Djokovic se ha impuesto con solvencia este domingo a Rafa Nadal (6-3, 6-2, 6-3) en la final del Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' de la temporada, un resultado que impide al balear sumar su segundo trofeo en Melbourne y que convierte al serbio en el jugador con más entorchados del 'grande' oceánico.
Con la victoria de este domingo en la Rod Laver Arena, 'Nole' conquista su séptimo trofeo en Australia -2008, 2011, 2012, 2013, 2015, 2016 y 2019- y ya es el hombre más laureado del torneo al desempatar con el australiano Roy Emerson y el suizo Roger Federer, con seis cada uno. Todo tras una final en la que el manacorí, campeón en 2009, no pudo refrendar el buen juego plasmado durante las dos semanas en Melbourne, que había completado sin ceder ni un set.
Siete años después del espectáculo que ambos habían brindado en la Rod Laver Arena, con una final de seis horas de duración, el 'show' fue en esta ocasión exclusivo del 'rey de Australia', un 'Nole' que mantuvo impoluta su hoja de servicios en el torneo con su séptimo título de siete finales disputadas para ya el más laureado de este 'Grande Slam'. El de Belgrado jugó a un increíble nivel, quizá motivado también por tener "al mayor rival" de su carrera como él mismo había dicho, al que desarboló en todo momento y que no pudo repetir su victoria de hace diez años, perdiendo por primera vez en tres mangas una final de un 'grande'.
Mirando únicamente la hoja de la estadísticas del partido se podría realizar un análisis fácil. El número uno del mundo cerró el partido por la vía rápida apoyado en 34 golpes ganadores, 13 más que los del español, pero que es que se quedó en nueve errores no forzados, casi un tercio de los que lastraron al de Manacor (28), siempre a remolque y al que le faltó la precisión de sus golpes, sobre todo en su derecha, con los que había brillado en este Abierto de Australia. Así, 'Nole' no aflojó y Nadal no consiguió convertir esa mejora de sensaciones en el tenis que le había llevado a esta la pelea por el título.
NADAL PIENSA EN POSITIVO
Nadal, lejos de rendirse, ha buscado el lado positivo a su derrota en la final tras las buenas sensaciones de los últimos días. Para el manacorí, as dos semanas vividas en el Abierto de Australia han sido "muy importantes" y "emotivas" para él, porque le han demostrado que ha podido recuperar su mejor nivel tras su lesión, y ha prometido seguir "luchando" para lograr "cosas importantes".
"Han sido dos semanas muy emotivas. Aunque esta noche no fuera mi mejor día, han sido dos semanas muy importantes para mí. He pasado por momentos difíciles en el último año. Desde el US Open no pude jugar un partido profesional hasta la primera ronda aquí", señaló en su discurso tras el partido.
En este sentido, el balear explicó que su actuación en el 'Grand Slam' oceánico le dará fuerza para afrontar la temporada. "Es muy importante estar donde estoy esta noche, volviendo de una lesión. Me dará buena energía y será una gran inspiración para lo que viene", subrayó. "Solo puedo decir una cosa: voy a seguir trabajando y seguiré luchando para pelear por cosas importantes. Cada momento, seguiré luchando", añadió.
Además, el manacorí, ganador en Melbourne en 2009, dio la enhorabuena a su rival. "Muchas felicidades a Novak y a su equipo, ha tenido un nivel de tenis increíble esta noche y durante estas dos semanas", dijo sobre la actuación del balcánico, nuevo 'rey' del torneo al conquistar su séptimo entorchado.