- El triplete del '7' da el empate a Portugal en el 88'
La selección española vio estropearse un debut perfecto en el minuto 88 ante Portugal, cuando Cristiano Ronaldo culminó su triplete personal de falta directa para el 3-3 definitivo este viernes en el Fisht de Sochi. Un duro estreno en el Mundial de Rusia que tuvo España en su mano, con la reacción a los problemas que plantearon los lusos y la tempestad del cambio en el banquillo 48 horas antes.
España, que se medirá contra Irán el día 20 y el 25 con Marruecos, tropezó en medio del paso de gigante, cuando Piqué cometió falta sobre el delantero del Real Madrid al borde de la celebración española. El '7' no perdonó con un golazo, como vino haciendo durante una noche inspirada que comenzó con un penalti a los tres minutos y otro gol en un grave error de David de Gea antes del descanso (2-1).
'La Roja' se vino arriba para buscar la remontada hasta en dos ocasiones, en el primer gran partido del torneo, para verse en las portadas de todo el mundo, las mismas que había sacudido con la destitución de su seleccionador Julen Lopetegui por su negociación con el Real Madrid. Al final, fue Cristiano quien se llevó el titular, de un estreno exigente pero que dejó a las claras que España tiene el hambre (y la cabeza) que se le presuponía.
La campeona del mundo en 2010 mantuvo la racha invicta del anterior técnico vasco, ahora en 21 partidos con Fernando Hierro, pero con un sabor amargo. Cristiano se empeñó en empinar la cuesta española al descanso (2-1). Después, se encerró bien Portugal, pero Diego Costa se fabricó su doblete y Nacho se desquitó de la pena máxima (2-3). Cuando España mandaba e Isco se lucía, el ariete del Madrid truncó el debut perfecto de los de Hierro.
Nunca un primer partido fue tan importante. Siempre se habla de la dosis de moral y fuerza casi vital para ser campeón que da ganar el debut, con la gloriosa excepción de la España campeona del mundo. Pero si el estreno viene tras un terremoto, se convierte en aire para respirar. La prueba de fuego quemó los pies a los de Hierro, cuando a los cuatro minutos de Mundial Cristiano hizo el 1-0.
El delantero del Real Madrid hizo caer en la trampa a su compañero Nacho y aprovechó el leve contacto para forzar la pena máxima. La ansiedad se multiplicó en 'La Roja' y complicó más si cabe la entrada en el partido. España se apoyó en Costa, que bajó a recibir siempre que pudo, pero la zozobra permitió dos claras contras a los lusos, que entre Guedes y Cristiano no aprovecharon.
La clave, una vez más, fue la de hacerse fuerte con el balón, aunque mientras Iniesta e Isco aún ponían los mimbres, fue Costa quien se fabricó contra toda la defensa rival el valioso 1-1 en el minuto 24. Un patadón de Busquets que se lo quedó el atlético, luchó con Pepe al límite y guardó hasta que encontró el momento de batir a Rui Patricio entre cuatro defensas.
El gol dio la razón a los intentos de Iniesta e Isco, con el madridista estrellando el balón al larguero. España disfrutó por fin durante 20 minutos, pero se fue a vestuarios antes de tiempo, permitiendo una nueva llegada lusa, después de mucho, que aprovechó Cristiano. Un disparo a priori inocente que no supo atajar De Gea rodilla en suelo, aún con el recuerdo de la pelota que se le escapó en Villarreal hace dos semanas.
ESPAÑA VE ESFUMARSE EL DEBUT PERFECTO EN EL 88'
De nuevo volvió la zozobra y sin duda las malas pasadas de la mente, pero España encontró los goles que tanto se echaron de menos en el tramo final de preparación. La falta de ritmo complicó en la reanudación la labor de los de Hierro, contra una Portugal bien plantada y disciplinada. Costa acudió de nuevo al rescate.
El delantero del Atlético culminó en gol una falta botada por Silva y bien puesta al área pequeña por Busquets. La triple campeona de Europa aprovechó la euforia, para en tres minutos dar la vuelta al partido con un latigazo de Nacho. El central blanco, la gran novedad del once de Hierro en la posición de lateral derecho, se desquitó del penalti con el gol que rubricó la remontada.
A los portugueses, Cristiano el primero, les cambió la cara. España desquició a su vecino peninsular, con Isco a los mandos. 'La Roja' se hizo dueña del partido, con media hora aún por delante. Costa tuvo el triplete antes de dejar su sitio a Aspas, pero fue el delantero del Madrid quien se llevó el balón a casa, con una falta que le regaló Piqué para acaparar los focos en Sochi. No fue con victoria, pero sí con orgullo, un debut para pensar a lo grande.