"He ganado dos dakares, sería muy egoísta no cambiarle una victoria", indicó el piloto madrileño
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
El piloto español de rallys Carlos Sainz reconoció que Fernando Alonso tendrá difícil ganar su primer Rally Dakar, que se disputará del 5 al 17 de enero del próximo año en Arabia Saudí, ya que es una especialidad que está "muy lejos" de la Fórmula 1, aunque consideró que se ha preparado "más de lo esperado", y "todo puede pasar" en una competición "tan abierta".
"Es su primera participación y es una especialidad que está muy lejos de la Fórmula 1, pero se ha preparado mucho, más de lo que yo pensaba. El primer año lo va a tener difícil, aunque él es una esponja, se adapta mucho. Quiero y deseo que tenga el mejor Dakar posible, pero pensar que gane el primer año es difícil. Puede pasar de todo. Todos sabemos la historia de este rally", explicó el madrileño en rueda de prensa.
El asturiano participará por primera vez en el Rally Dakar, en el que el madrileño y dos veces campeón en 2010 y 2019 volverá a competir con Mini, junto con su compañero y copiloto Lucas Cruz, en una edición "diferente", para la que llegan "preparados" y que afrontan con intención de "ganar".
En la tercera participación de Mini con dos ruedas motrices, segunda para la pareja española tras su "desafortunada edición" de 2019 por todos los problemas que se presentaron desde la tercera etapa, el campeón del mundo de rallys no ocultó su satisfacción tras confirmar haber corregido los principales errores, como "la presión de los neumáticos, el terreno y la presión en las dunas".
"El primero no participamos con el equipo. Sufrió bastante, se notaba que era un coche muy nuevo, el año pasado que ya participamos Lucas y yo, se notaba que el coche era más rápido, pero pecamos de problemas fundamentales. En un dos ruedas motrices la única posibilidad de pasar las dunas es bajando la presión, para una vez pasadas, subirla, todo ese sistema no funcionaba, y eso fue lo que nos falló", reconoció.
El piloto consideró que el Dakar entra en una "nueva fase" en este nuevo escenario, tras las ediciones en África y Sudamérica, ya que no sabe lo que se van a "encontrar" en Arabia Saudí. "La primera semana de carrera sabemos que hay camino, un poco de terreno, de piedra, que podría ser similar. La segunda semana es un terreno de más arena, más desierto", indicó.
El madrileño reconoció que "son todo sorpresas" en este nuevo Dakar, "un escenario nuevo, terreno nuevo, nuevos elementos, cuatro Toyotas, cuatro Minis, además hay pilotos locales también muy rápidos, "protagonistas inesperados". "Sinceramente creo que es obvio que el Dakar es impredecible, es una realidad, hay días en los que de repente pasan cosas que no esperas", recalcó.
"Es terreno abierto, mucho desierto, con lo cual pensamos a que el tema del polvo no será tan problemático como en otras veces, al ser mas abierto el recorrido. Además, el horario ayuda a los medios, para saber que ha pasado, no va a acabar el día en España sin saber qué es lo que ha pasado con la etapa. Aunque las cinco es de noche. Quien se despiste un poco acabará la etapa de noche", añadió.
Además, Sainz explicó que la temperatura será "más agradable" que los años anteriores, menos calor en el coche y en el ambiente. "Además no vamos a tener altura, lo máximo serán 2.000 metros, con lo cual toda la preparación de ir a por los 4.000 no la tenemos que hacer. Te preparas igual, salvo el tema de la altura. También podríamos prescindir del aire, que pesa 16 kilos, nos lo podemos plantear", señaló.
Otro aspecto destacado por el piloto fue el peso del vehículo, que se ha "reducido" ajustándose al límite reglamentario, lo que supone una "ventaja con respecto a los 4x4 más pesados", además del mayor diámetro del neumático, "aspecto clave en competición". "Trataremos de ir pasando días y aguantar lo más arriba posible, esa es un poco la estrategia", explicó.
"Se ha trabajado mucho con el peso del coche, una de las ventajas del dos ruedas, a parte del recorrido es el diámetro del neumático y el poder ajustar las presiones. El peso mínimo es más bajo que en el de 4. Nosotros este año vamos a estar más bajo del peso, los otros años no pudimos, entonces vamos a poder explotar la ventaja del peso más que otros años", explicó.
La compenetración entre Sainz y Cruz se mostró durante toda la rueda de prensa, en la que ambos coincidieron en señalar que llegan en las "mejores condiciones", para afrontar los diferentes cambios de esta edición. "Es una excelente persona, un gran amigo", sentenció Sainz sobre el que compartirá coche con él durante el Dakar.
"HE CORRIDO CON OTROS Y NO HE GANADO, CON LUCAS, SÍ"
Sainz destacaría la tranquilidad de Lucas Cruz, y que le conoce "muy bien". "Él sabe cuando me pongo tenso, y la tensión en un coche es brutal, porque se van tomando riesgos y llega un momento en el que el copiloto te puede decir que pares y aconsejarte. Imaginad tener que aceptar lo que te pide el copiloto. A ellos mucho más. Él me maneja muy bien, me conoce bien, es muy tranquilo", aseguró.
Por su parte, el copiloto del madrileño reconoció que quiere "ganar la carrera" con Sainz, "facilitándole la convivencia". "Ni él quiere pinchar ni yo quiero perder. Así nos apoyamos el uno en el otro. Esto facilita la convivencia entre los compañeros. Si las pequeñas cosas de carrera te las tomas como algo personal, es muy complicada la convivencia", añadió.
"Dentro del equipo tenemos una buena cohesión, es una carrera que para la victoria necesitas tener un equipo cohesionado, que trabaje juntos, gracias a estas ayudas que nos podemos dar dentro de carrera, podemos llegar al objetivo", subrayó.
Además, el campeón del mundo de rallys se mostró a favor de que el 'roadbook' fuera entregado quince minutos antes a todos los participantes en todas las etapas y no solo en seis de ellas como éste año, ya que "iguala las posibilidades de todos los pilotos". "A mí me gustaría que lo dieran siempre por la mañana así evitas cualquier tipo de tentación y suspicacia", añadió.
También analizó a sus más directos rivales como el actual campeón Al-Attiyah, De Villiers o Stephane Peterhansel, del que señaló que "es una garantía para cualquier equipo" y con quien comparte grupo. "Él también se fía mucho de mí. Nos llevamos bien, trabajamos juntos. Si no podemos ganar nosotros, a Stephane a hacerlo", subrayó.
Además, el madrileño reconoció "una ventaja" que David Castera sea el nuevo director del Dakar, ya que dejará de ser copiloto de Peterhansel. "Estoy seguro de que ha preparado un Dakar duro, como en Marruecos. Pero es ventaja porque el hecho de que se haya bajado es que sabe la importancia que tiene tener un buen 'roadbook'. Me tranquiliza que David, con los sustos que se ha llevado, esté ahí", recalcó.
El madrileño, piloto más veterano del Dakar, reconoció que aún no encuentra sus límites, ya que le gustaría llevar su récord "dos años más arriba", ya que su motivación sigue "intacta". "Pienso que podemos ganar el Dakar. La motivación esta clara, es por la pasión que tengo por las carreras", reiteró.
Finalmente, el piloto recordó que su hijo, el piloto de Fórmula 1 Carlos Sainz, se "preocupa mucho" y le aconseja "como si hubiese corrido 80 dakares", y confesó que cambiaría una victoria suya en el Dakar por una de su hijo Carlos Sainz en Fórmula 1. "Yo he ganado ya dos dakares, sería muy egoísta no cambiársela. Aunque estoy seguro que tarde o temprano la conseguirá", concluyó.