- El gasto de los equipos se ha elevado a los 4.300 millones en contratos en este verano
- La inyección económica a la mejor liga del mundo ha provocado numerosos movimientos en las franquicias
- LeBron James y Curry, un nuevo cara a cara
Carlos Rodríguez / Alberto Sanz
Se encienden las luces del pabellón. Los aficionados acuden en masa bien uniformados para la cita. Suenan los primeros botes de balón y el chirrido de las zapatillas sobre el parqué. Comienza una nueva temporada de la National Basketball Association. Arranca, como señalaría Andrés Montes, “el curso baloncestístico 2016/2017 de la NBA”.
Aunque no es un primer día cualquiera. El 25 de octubre de 2016 es el inicio de la era de los 24.000 millones de dólares en la mejor liga de baloncesto del mundo. Una revolución que se anunciaba en 2015 tras el apretón de manos del comisionado de la NBA, Adam Silver, y las televisiones: Disney (que acapara accionariado de ESPN y ABC) y Turner (TNT). Un acuerdo que echa a andar este martes y que durará hasta 2025.
La magnitud de la entrada en vigor de este nuevo acuerdo deja en mera anécdota las cifras que se movían en el mundo de la NBA. Hasta ahora, Disney pagaba unos 485 millones y Turner unos 445 por temporada en su anterior acuerdo con la NBA. En los nuevos dígitos que se manejan, el aumento anual de los ingresos será superior al doble y quedará no muy lejos del triple.
A este megaacuerdo televisivo hay que sumarle un aumento de la inversión en patrocinio en la NBA. Según apunta el estudio de IEG Research, la inversión en patrocinio de la liga y sus 30 franquicias se ha incrementado en un 8,1% respecto a 2015, situándose en los 800 millones de dólares en la temporada 2016/2017.
La inversión en patrocinio de la liga y sus 30 franquicias se ha incrementado en un 8,1% respecto a 2015
Según dicho informe, la aseguradora State Farm se convierte en el patrocinador con mayor presencia en la liga. Otras marcas que destacan en las vallas publicitarias de la competición son la cervecera Anheuser-Busch, Gatorade y FanDuel, que completan la prestigiosa lista de los cinco primeros sponsors que más pagan por aparecer en los pabellones. La última de ellas es Fantasy Sports, que entra por primera vez en este selecto grupo.
Y esta tendencia irá a más. El merchandising, la otra gran baza de la competición, también tiene mucho que decir. Y aquí la NBA ha logrado un nuevo acuerdo de cerca de 1.000 millones de dólares con la multinacional Nike para que se convierta en su nuevo proveedor exclusivo de uniformes durante ocho años, aunque este contrato entrará en vigor en la temporada 2017-2018. Para conseguir el acuerdo con la NBA, la compañía afincada en Portland deberá pagar la friolera de 125 millones al año, un 245% más de lo que venía desembolsando Adidas durante los últimos 11 años a las 30 franquicias de esta liga cerrada.
LA NBA TIENE QUE ALIMENTAR BOCAS MUY GRANDES
El efecto dominó de la entrada de este flujo económico afecta directamente en los salarios de los protagonistas de este espectáculo: los jugadores. Según el acuerdo firmado por la NBA y el sindicato de jugadores, el 50% del llamado BRI (Basketball Related Income) tiene que repartirse entre las plantillas. Esta partida se compone de los ingresos generados por la venta de entradas, derechos televisivos y hasta explotación de parkings o palcos de lujo y venta de bebidas en los pabellones.
Por lo tanto, el conocido como límite salarial ha sufrido un incremento considerable. El techo sobre el gasto que los equipos destinan a pagar a sus jugadores, que ayuda a mantener la igualdad en la competición, ha pasado de 70 millones la temporada pasada a 94,1 millones ahora y se espera que alcance los 102 millones en 2017-18. Por otro lado, también existe un mínimo que, según reclama la NBA, cada equipo debe llegar al menos al 90% de ese límite.
La urgencia por gastar de los equipos y las ganas de aumentar las cuentas bancarias de los jugadores han provocado que el verano de 2016 haya sido una lluvia de millones en la NBA. En las primeras 24 horas, los equipos habían invertido 1.700 millones de dólares en 27 jugadores. En cuatro días el gasto ascendía a 3.000 millones de euros y, finalmente, al cierre del mercado, la masa salarial que se firmó ascendió a 4.300 millones de dólares repartidos en contratos de 261 jugadores de la NBA. Lo que representa una media de 16,35 millones por contrato y, tras 94 días de mercado, la cifra se sitúa en 45,74 millones de dólares al día.
UN MERCADO HISTÓRICO
Tras todo ese dinero hay, evidentemente, jugadores. Y no precisamente del montón, sino que varios de los nombres y apellidos más ilustres de la liga han formado parte de ese baile de cifras.
Lebron James ha firmado un contrato de récord con Cleveland Cavaliers que asciende a las 30,9 millones de dólares por una temporada
Las grandes estrellas de la NBA olieron la posibilidad de este derroche y se situaron como agentes libres para poder negociar su contrato este verano. Lebron James ha firmado un contrato de récord con Cleveland Cavaliers que asciende a las 30,9 millones de dólares por una temporada.
Otros contratos que destacan son los 153 millones de dólares por cinco temporadas que ha firmado Mike Conley por Memphis Grizzlies, los 139 millones por cinco temporadas de DeMar DeRozan con Toronto Raptors o los 86 millones de dólares de Russell Westbrook por tres años con Oklahoma City Thunder.
Golden State Warriors, que llegó a las finales de la pasada temporada, ha dado un puñetazo sobre la mesa para intentar ganar el anillo y desbancar a los Cavalliers de LeBron James. Para ello, se hizo con uno de los mejores jugadores estadounidenses. Kevin Durant abandonaba OKC Thunder para desembarcar en una plantilla que espera ser recordada de por vida por 30,4 kilos por temporada.
Gonzalo Vázquez, experto en NBA y autor de los libros '101 historias NBA: relatos de gloria y tragedia' y de 'Secretos a Contraluz: claros y sombras en la NBA', que se publica esta semana, explica que estos Warriors pueden aumentar su ventaja con la llegada de Durant. “Equipos con estrellas o plagados de talento hubo muchos. La diferencia es que estos Warriors multiplican el efecto de lo que ya habían creado como un dopaje táctico. Si su estilo de juego es el nuevo rumbo del baloncesto y ya sacaban órbitas al resto en la nueva línea a seguir, la llegada de Durant amplía aún más esa ventaja”. Eso sí, a pesar de que tenga un quinteto sublime, deja la puerta abierta a que no sea oro todo lo que reluce, puesto que “afortunadamente el baloncesto puede crear guiones alternativos.
Otra de las franquicias que ha movido ficha ha sido Utah Jazz que quiere volver a recuperar el prestigio perdido desde los 90. George Hill, Boris Diaw o Joe Jhonson son algunas de las nuevas piezas que se verán en Salt Lake City. Pero si de ilusión se trata, hay una ciudad que ha vuelto a recuperar este estado de ánimo. Los Knicks de Nueva York han realizado varios movimientos esperanzadores para recuperar la grandeza que se le presupone a la franquicia de la 'Gran Manzana'. Derrick Rose, Joakim Noah, Courtney Lee y Brandon Jennings son las caras nuevas que verán los aficionados neoyorquinos. Tampoco hay que olvidar las nuevas contrataciones que ha realizado Chicago que, con Wade y Rondo, pretenden dar mucha guerra en la costa este.
LOS ESPAÑOLES TAMBIÉN SE MUEVEN
La nueva temporada también tendrá acento español. Los hermanos Hernangómez, Calderón, Ricky, los hermanos Gasol, Mirotic, Ibaka, Abrines y Sergio Rodríguez serán nuestros representantes en la mejor Liga del mundo. Pero hay dos de ellos en el que se han centrado los focos. Ellos son Pau Gasol y el 'Chacho' Rodríguez.
Pau Gasol y el 'Chacho' Rodríguez centrarán las miradas de los espectadores españoles
Los dos cambian de aires. Eso sí de diferente manera. El catalán ha hecho las maletas de Chicago para mudarse a San Antonio, donde buscará el tercer anillo con el que decorar su mano. Como señala Gonzalo Vázquez, “que recale Pau en Spurs es una relación platónica, es como si desde hace tiempo supiéramos que estaban condenados a entenderse”, explica. Además, cree que es una gran operación tanto deportiva, “porque puede seguir optando al título”, como económica porque “llega con un buen contrato bajo el brazo”.
Por su parte, Sergio Rodríguez ha despertado un gran interés en estos meses de pretemporada. El canario, que ha ganado todo en Europa, vuelve a probar en la liga que le dio la espalda y en la que no terminó de triunfar, tal vez por su juventud. Para el experto en la NBA, hay varios factores que ayudan a ello. “Las condiciones son óptimas para él en este segundo capítulo. Primero, Sergio es un jugador muy superior en todos los aspectos al de la primera etapa. La madurez es un grado crucial para evitar muchos errores del pasado. Y segundo, el contexto de los Sixers también ayuda, en un equipo muy joven, con nada que perder”, matiza.
LEBRON Y WARRIORS A ESCENA
Tras las mareantes cifras del verano, lo importante arrancará este martes. El balón empezará a botar. Y lo hará con un duelo que, a priori, marcará la competición: el de los Warriors y los Cavaliers. El de Curry y James.
Las pasadas finales quedarán para el recuerdo con un séptimo memorable partido LeBron James se coronó como el rey del universo baloncestístico al realizar uno de los tapones más espectaculares que se recuerda antes de la jugada decisiva. Ganó el anillo con 'sus' Cavalliers de toda su vida.
En el otro lado, estarán los Warriors que hicieron la machada del récord de victorias en la fase regular, que luego quedaron en agua de borrajas. Para Gonzalo Vázquez se puede ver una temporada de dos ligas en los Golden State, visto lo visto el año pasado. “Podemos encontrarnos ante una sesión regular de dos ligas. Una más normalizada y abierta bajo los Warriors y otra solo para ellos, porque la exigencia que cargan sobre sí mismos no les ofrece más alternativa que conquistar el título dominando”, subraya.