El Atlético de Madrid se clasificó este miércoles para los octavos de final de la Liga de Campeones, gracias a una holgada y balsámica victoria por 2-0 ante un inoperante Lokomotiv de Moscú, lograda con goles de João Félix y de Felipe Monteiro para quitarse además un peso de encima.
La mala racha del equipo colchonero, a razón de dos empates y dos derrotas en sus cuatro últimos partidos, ha hipotecado sus opciones de título en LaLiga Santander y amenazaba con truncar su participación en la máxima competición europea, despertando los fantasmas del 2017.
En aquella ocasión, el Atleti acusó dos malos resultados contra el Qarabag y finalmente cayó repescado a la Europa League. Por ello, se antojaba vital un inicio impetuoso ante el conjunto moscovita, para la sexta y definitiva jornada en un Grupo D que también estaba en vilo por lo que sucediera en el duelo entre Bayer Leverkusen y Juventus.
Así, los pupilos de Diego Pablo Simeone apretaron con su primer ataque y forzaron un penalti a los 45 segundos. Tras un pase de Álvaro Morata filtrado a la espalda de los centrales, João Félix corrió con fe cuando parecía que el balón se marchaba fuera; en su control, fue trabado por el guardameta Anton Kochenkov y desde el VAR se corroboró la falta.
No obstante, Kochenkov enmendó de inmediato la situación, al desviar la pena máxima que había tirado Kieran Trippier. El lateral derecho inglés, muy activo durante la primera media hora de encuentro, olvidó rápidamente su fallo y generó cierto peligro por su banda.
De ello se aprovechó Morata, con un zurdazo alto, y especialmente João Félix por sus destellos de calidad. Faltaba incisión, como de costumbre en el cuadro rojiblanco, en una primera parte sin sobresaltos para Jan Oblak. A la espalda del portero esloveno, los ultras del Atleti espantaban el frío con cánticos habituales y hacia el 'Cholo'.
El plan de Simeone seguía en pie, aunque viendo cómo Thomas Partey y João Félix malgastaban buenas oportunidades. El ghanés probó fortuna con un disparo lejano, atajado por Kochenkov, y el '7' portugués mandó fuera un tiro al lado del poste y tras una de sus cabalgadas usuales.
Casi a renglón seguido, João Félix lo intentó de manera infructuosa con un derechazo raso desde la frontal del área. El conjunto local dominaba la pelota y además se veía poco incordiado, si bien echaba en falta algún golpe de efecto. Y ése llegó al cuarto de hora, merced a un centro lateral de Trippier que tocó en la mano de Rifat Zhemaletdinov.
De nuevo, el VAR entró en escena y el árbitro húngaro Viktor Kassai decretó el segundo penalti de la noche. Bajo la resignación del entrenador del Lokomotiv y de sus jugadores, João Félix anotó el 1-0 con un lanzamiento raso y ajustado al palo, mientras Kochenkov hacía la 'estatua'.
La calma se instaló en el estadio Metropolitano, cuyas gradas se quedaron cariacontecidas cuando a Morata se le anuló un gol en el minuto 26. En un ataque algo a trompicones, Thomas asistió de cabeza al '9' colchonero, que a la carrera se zafó de un defensa y definió por abajo con la puntera de su bota izquierda.
Después de la celebración, la consulta de Kassai con el VAR indicó que Morata estaba en fuera de juego por escasos centímetros. Con un pie ligeramente por delante del futbolista rival, pese a que el excanterano del Real Madrid iba en dirección contraria a la portería, la jugada fue invalidada y el segundo tanto del Atleti tuvo que esperar.
Lo materializó Felipe, al poco de comenzar el segundo tiempo, a la salida de un córner. Sacado en corto por Trippier, el capitán Koke Resurrección centró desde la banda derecha y su compañero remató a media altura, con una semivolea en escorzo y que sorprendió a Kochenkov.
Cerca del 3-0 estuvo Morata, con un cabezazo que se fue rozando al travesaño tras un centro templadito de Héctor Herrera, primera pieza de recambio para un Simeone que respiraba tranquilo. La velada no se había torcido en ningún momento y además llegaban buenas noticias desde Leverkusen, al saber que Cristiano Ronaldo había marcado para la 'Juve'.
Dos disparos más desde lejos, uno de Thomas y otro de João Félix, mantuvieron la tensión competitiva en un partido que poco a poco se iba apagando. Más tarde fue Lemar, también salido de refresco en el tramo final, buscó su gol con un zurdazo peligroso; incluso su tocayo Partey continuó dando trabajo a un Kochenkov que agradeció el pitido final.
El Lokomotiv, ya eliminado antes este sexto compromiso de la fase de grupos, nunca comprometió el billete del Atleti hacia octavos. Su verdadero enemigo era él mismo y no los rusos, por el temor recdiente a ver que un curso atractivo se tornaba sin querer en una temporada de transición. Ahora, la Champions queda aparcada hasta febrero.