La banda ofrece este sábado en Valladolid su único concierto en CyL
VALLADOLID, 21 (EUROPA PRESS)
Vetusta Morla se presentó 'Un día en el mundo' haciendo 'Autocrítica' --primera canción del primer disco de estudio de la banda--, volvió en 2011 para cartografiar 'Mapas', EP que puso banda sonora a 'Los días raros' y, en 2014 se embarcó a 'La deriva'. El grupo regresó, tres años después, para reinventarse, sin dejar de lado su personalidad, con 'Mismo Sitio, Distinto Lugar', un disco cuya gira les mantiene ocupados desde hace dos años.
De pequeño en 'Pequeño Salto Mortal' (sello discográfico de Vetusta Morla), el sexteto madrileño con DNI de Tres Cantos no ha dejado de hacer claqué sobre los alambres de la industria musical, arriesgando un poco más con cada nuevo trabajo, pero manteniéndose fiel a sus principios, según ha confesado, en una entrevista concedida a Europa Press, Pucho (Juan Pedro Martín), el encargado de poner cuerdas vocales a la tortuga que se resiste a envejecer.
El prólogo de su génesis se remonta a 1998, con una 'historia interminable' a sus espaldas. Ahora, el grupo mira al futuro, donde solo ve los riscos de un horizonte lleno de conciertos, entre los que se encuentra el que ofrecerán este sábado en el festival Conexión Valladolid, la única actuación de la banda en Castilla y León, en el marco del segundo año de gira que les ha brindado su cuarto álbum de estudio 'Mismo Sitio, Distinto lugar'.
"Todavía nos queda cuerda antes de tomarnos un descanso, de momento lo único que vemos es una agenda repleta", admite el cantante, quien evita dar más importancia a su último disco en detrimento de los anteriores, pues todos han venido con un pan bajo el brazo.
"Para nosotros, cada disco ha sido un éxito porque hemos conseguido cosas con todos, pero, si hablamos en cantidades, probablemente 'Mismo Sitio, Distinto Lugar haya sido el mejor", ha explicado Pucho, consciente de que "aunque es difícil de cuantificar, hay un espíritu que te hace darte cuenta de la gente nueva que se está uniendo a la banda".
Ese crecimiento se debe, según comenta Pucho, a que este cuarto álbum ha sido la primera cita con Vetusta Morla de muchos oyentes y ha ayudado al grupo a abrirse a nuevos públicos porque también le ha servido como trampolín a la hora de probar cosas nuevas. "Nos ha dado menos miedo hacer cosas distintas, explorar nuevas sonoridades, salirnos de los instrumentos habituales, querer probar y experimentar, para divertirnos y para conectar los seis", afirma.
"La música es juego y, en el momento en el que te empieces a aburrir o se convierta en algo rutinario, muere un poco ese espíritu de ilusión y de transformación continua", ha reseñado Pucho, por eso, para combatir el tedio, Vetusta Morla apuesta por estar continuamente probando: "Estamos en constante revisión y cuestionamiento de nuestra propia música. Todo es juego, divertimento y salen cosas que no esperas, porque si lo haces siempre de la misma manera, saldrá lo mismo", advierte.
"Renovarse o morir", dice el refrán, pero esa reinvención no está reñida con unos principios a los que Vetusta Morla sigue "fiel" como banda desde el primer trabajo. "Estamos pendientes de lo que pasa a nuestro alrededor, en el mundo y en la sociedad, algo que nos obliga a estar alerta y a evolucionar con los tiempos", destaca Pucho, un contexto con el que la banda también va cambiando sin perder de vista sus valores. "Este disco nos ha sacado cosas que probablemente ya estuvieran ahí, pero que se han remarcado, se ha potenciado todo y han salido a la luz cosas que asomaban. En ese sentido, sí que hay una reinvención, con los principios también en constante revisión", afirma.
Nuevos acordes, ritmos, instrumentos y formas de producción cohabitan en este disco, vástago del cóctel de flujos magnéticos que generan los polos positivos y negativos de sus seis componentes. "Llevamos muchos años juntos y en la convivencia, como cualquier pareja, tenemos días buenos, días malos y 'días raros', pero nos hemos dado cuenta de que los conflictos también nos sirven para avanzar y encontrar soluciones", ha confirmado el cantante, quien asegura que cuando se ponen a componer con con ese espíritu de reinvención no suelen hacerlo pensando en el público.
Consciente de que el público es el último eslabón de esa cadena, Pucho cree que sus oyentes también evolucionan a través de su música y que están "ávidos" de que les propongan nuevas aventuras. "Defiendo siempre el punto de poner en molestia al oyente, de advertirle: 'ojo, que vienen curvas', porque, a veces, también nos gusta dar cera", señala, un "punto adrenalínico" que estalla en temas como 'Te lo digo a ti'.
De la epinefrina de sus canciones más agitadas, Vetusta Morla pasa a las endorfinas con el vals de '23 de junio', cuyo videoclip es, a juicio de Pucho, la pieza "más romántica" que haya publicado la banda. Estrenado el pasado 28 de mayo, este baile en el tiempo cuenta con la interpretación de Álvaro Morte ('La casa de papel', 'El embarcadero') y de Verónika Moral ('Vis a vis'), ambos bajo la batuta de Paula Ortiz, directora de 'La novia'.
Otra de sus canciones más sonadas, en este caso, debido a su título, ha sido 'Guerra Civil', que, según el cantante, "se sacó de contexto con la independencia de Cataluña" aunque, en realidad, trata de una guerra interna. Al final, concluye Pucho, "los temas se sacan muchas veces de contexto porque se dice que el arte va delante". Cualquiera de sus creaciones, advierte, "escapan" a su control porque están abiertas a "múltiples interpretaciones" y tienen "ecos" en el mundo exterior cuyas réplicas reverberan, a diario, en los cerca de 850.000 oyentes mensuales que atesora la banda, muchos de los cuales estarán este sábado en el recinto de la Antigua Hípica.