MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El director de cine José Luis Cuerda llevó a los cines en diciembre de 2018 su última película, 'Tiempo después', considerada como secuela de 'Amanece que no es poco' y en la que usó su característico humor surrealista para poner el foco en las diferencias sociales de clase.

"No soy historiador ni sociólogo y, para opinar con poco rigor, casi que prefiero no opinar. Pero si uno mira la cifra de cuántos españoles acumulan capital, es escandaloso. Han tenido la desfachatez de llamar libre al mercado, pero de libre nada: el mercado es esclavo de muy pocos señores", señaló en la última entrevista que concedió a Europa Press el cineasta.

Tal y como comentó entonces el director, productor y guionista, se ha hecho "un embudo en el que se atascan muchas cosas" y, a través de ese "agujero pequeño, unos pocos se hacen con mucho". "El poder económico y político se abre a ese tipo de gatera, que se olvida de la miseria como poco y, a veces, la fomenta en provecho propio", lamento.

En cualquier caso, Cuerda ironizó asegurando que no se va a meter más en este tema porque es alguien "de Albacete capital, a mucha honra", y está "metiendo bastante rollo".

'Tiempo después' se sitúa en el año 9177 --mil años arriba, mil años abajo-- con una sociedad dividida entre aquellos que viven en un Edificio Representativo lleno de trabas burocráticas pero con distintas comodidades y el proletariado que lee a Marx y pasa penurias económicas. Una prohibición a un vendedor de zumos conllevará un levantamiento social.

En el reparto participaron numerosas caras conocidas del cine español, desde Blanca Suárez hasta Roberto Álamo, pasando por Andreu Buenafuente, Berto Romero e incluso papeles sorprendentes como el del periodista y escritor Martín Caparrós. "Soy el mismo director y guionista (que hace 30 años, con 'Amanece que no es poco') y eso se nota", señaló Cuerda.

El cineasta manifestó que en esta película "monumental y ciclópea" trabajó "con el mejor equipo". Preguntado sobre su futuro, reconoció que esperaba "ir de paseo todos los días a ver edificios bonitos". Y en cuanto al reconocimiento tanto de la gente como del sector del cine, se mostró agradecido. "Soy un llorón y un sentimental de narices, no hay día que no se me salten las lágrimas por lo que sea", añadió.

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