El Ayuntamiento de Villanueva de Sijena también reclama por la vía civil una tabla que se iba a subastar en Barcelona

El abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, ha explicado en una nota de prensa que el Gobierno de Aragón también ha emprendido acciones legales de forma que ambas instituciones han interpuesto sendas demandas civiles para reclamar el retorno de esta "valiosa tabla".

Jorge Español ha recordado que el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena advirtió de la subastaba de esta obra de arte procedente del Monasterio de Sijena, ubicado en este municipio oscense, ante los Juzgados de Instrucción de Huesca que, a su vez, se inhibieron a favor de los de Barcelona.

Después, el Juzgado de Instrucción número 6 de Barcelona decretó el comiso de la tabla y ordenó que se depositara ante el Museo de Zaragoza, donde permanece actualmente. Finalmente, el juzgado archivó la denuncia penal al haber prescrito los hechos.

No obstante, antes de devolver la tabla a la familia Carandini de Robert dio un plazo al Gobierno de Aragón y al Ayuntamiento de Villanueva de Sijena para que reclamaran la tabla por la vía civil, que es lo que ahora ambas instituciones han hecho.

De esta forma, "ya no se entregará a dicha familia, sino que quedará a expensas de este nuevo pleito civil", que ha recaído en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Huesca, cuya titular es Teresa Puchol Soriano, que será quien dicte sentencia en su día.

SIN TÍTULO DE PROPIEDAD

El letrado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena ha manifestado que la familia Carandini reconoció ante el Juzgado de Barcelona que no tenían título de propiedad alguno de la tabla, "no pudiendo explicar cómo llegó a su familia".

Jorge Español ha sostenido esto supone que la posición de la familia en el juicio civil "sea muy débil pues no se puede devenir propietario de obras de arte de la Iglesia por mera posesión o usucapión, según el artículo 28.3 de la Ley de Patrimonio Histórico Español, pues se necesita siempre un título legítimo de propiedad --venta o donación-- con las debidas autorizaciones eclesiásticas".

Según el abogado del municipio oscense, la salida "ilegal" de la tabla tuvo lugar en 1936, durante la Guerra Civil, cuando "presumiblemente la sacó Josep Gudiol del cenobio sijenense", donde acudió a "arrancar sus preciosas pinturas murales, pues tenemos pruebas incontestables de que la tabla estaba en el monasterio al menos en 1931 y 1933".

Jorge Español ha esgrimido que esta pieza artística "forma parte indisoluble del tesoro artístico del Monasterio de Sijena desde que fue declarado monumento nacional en 1923" y por eso tanto el Gobierno de Aragón, como el ayuntamiento "estamos plenamente confiados de que la justicia nos dará la razón y muy pronto podremos verla luciendo esplendorosamente en el Real Monasterio de Sijena".