MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La compañía Ay Teatro estrena este jueves 7 de febrero en el Teatro Fernán Gómez, Centro Cultural de la Villa, 'Todas hieren y una mata' de Álvaro Tato, un comedia construida a partir de las métricas de la nueva comedia de Lope de Vega con un argumento contemporáneo que servirá para "recuperar el teatro desde su origen, desde lo que hemos aprendido del pasado", según afirma su director Yayo Cáceres.
Se trata de la segunda obra que el teatro presenta en el marco del ciclo 'Miradas de oro' que empezó en enero con 'Mestiza', de la misma compañía. Esta vez, la propuesta del equipo es tomar los elementos de dramaturgos clásicos como Lope de Vega y Tirso de Molina "para hablar del presente", según ha agregado el autor durante la presentación a los medios.
"Es la primera obra escrita en verso que se estrena desde los años 30, desde entonces nadie ha probado esa osadía o disparate de componer una obra siguiendo el teatro de Lope de Vega", ha dicho sobre esta pieza.
"Todo ese sistema poético puesto al servicio de una comedia de capa y espada, con gotas de comedia de magia, que no pretende ser un juego o una reconstrucción antológica sino dar un paso más y hablar desde nuestro presente", ha añadido.
En cualquier caso, Cáceres ha destacado que el objetivo de esta pieza es "recuperar la esencia del teatro en el sentido más estricto de la palabra". "Cada vez estoy más convencido de que ser modernos es ir hacia atrás, y ya es tiempo de recuperar esa cosa viva y tridimensional que muchas veces evadimos", ha apostillado.
En este sentido, ha explicado que la puesta en escena estará compuesta por "12 candilejas que simbolizan las 12 horas del reloj, y nada más, todo lo demás lo construyen los actores viendo y los espectadores completando". "Queremos hacer un espectáculo lo suficientemente inmersivo como puede ser un juego virtual, todo está sugerido y la tarea es completar lo que sucede", afirma.
'Todas hieren y una mata' lleva por título un antiguo refrán latino, según explican sus creadores, y gira en torno a Aurora, personaje que esconde una biblioteca enterrada en su jardín y que escapa de los amores del galán Daniel y el corregidor del pueblo, quienes buscan conquistarla. Es entonces cuando los protagonistas se encuentran a una bruja que les permite viajar en el tiempo y pasar entre los siglos XXI y XVII, con un mensaje sobre el paso de los años, los recovecos del amor y el precio de la conquista de la libertad de la mujer.
"Son los personajes de Lope de Vega y de Tirso pero transfigurados por el tiempo, en un reflejo de relaciones de época y de relaciones literarias", añade Tato. El también poeta y actor ha defendido que "no se trata de una mirada al Siglo de Oro desde un punto de vista idealista, porque en la obra están las luces y las sombras de esa época, la carestía de medios, la esclavitud, el aplastamiento de la mujer y la dificultad de alcanzar las libertades".
"PURO TEATRO"
Sol López, Carlos Lorenzo, Diego Morales, Alba Banegas y Antonio Hernández conforman el elenco de la pieza en la que el espectador se podrá encontrar poesía, música y elementos de ciencia ficción. "O sea, puro teatro", subraya Cáceres.
Por su parte, López y Hernández, dos actores que representan diferentes generaciones, han coincidido en que "la puesta en escena tiene un lenguaje teatral muy despojado y muy poético" y que "se sostiene por la forma de contar la historia, es un placer y es muy necesario en el teatro actual".
A Cáceres y Tato se ha unido en este proyecto la distribuidora y productora Emilia Yagüe con quien han trabajado en numerosos espectáculos con la compañía Ron Lalá, como 'Crimen y telón', que actualmente se encuentra en gira nacional, y 'Cervantina', en 2017, entre otros.
Preguntado por la división del grupo, Cáceres ha explicado que Ay Teatro "no es una división" y que "será un segundo camino de Ron Lala, para establecer una carretera 'B' para hacer más trabajos y más artistas se expresen".
"Seguimos trabajando porque el gran valor de un país es la mente de sus habitantes y esto es la cultura y la educación, el gran conflicto del mundo es cultural no es económico", concluye el director.