MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
El jurado internacional del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la categoría de Música y Ópera, ha premiado a Arvo Pärt, creador del 'tintinnabuli' y autor de bandas sonoras para películas de directores como Paolo Sorrentino, Víctor Erice o David Trueba.
El jurado, reunido telemáticamente debido a la crisis sanitaria generada por el coronavirus, ha otorgado el premio a Part por la creación de "una nueva gramática sonora que prescinde de lo accesorio y, apoyada en el elemento vocal, ha alcanzado a los públicos más amplios".
"Pärt ha cultivado un lenguaje original que le ha llevado a crear un mundo sonoro único; una aproximación nueva a la música espiritual, especialmente coral, que reduce el material sonoro a lo esencial", ha señalado el jurado. Al recibir la noticia de la concesión del premio, Pärt se ha mostrado "muy feliz y agradecido".
Tras una larga e intensa búsqueda, a mediados de los años setenta Arvo Pärt, nacido en Estonia, dio forma a su propio lenguaje, que ha desarrollado de manera continuada hasta el presente a través de una modalidad conocida como 'tintinnabuli'. De apariencia sencilla, pero sustentado en una alta complejidad técnica, consiste en líneas sonoras entrelazadas, desprovistas de cualquier elemento accesorio.
El director artístico del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, Víctor García de Gomar, secretario del jurado, lo define como "la invención de una gramática sonora que lo hace inconfundible, que presenta células repetitivas de una cierta contención, acordes que se superponen uno encima del otro, de modo que cada cambio es casi un milagro, son sutiles, pero modifican su color de modo que cambia todo el sentido de lo que se estaba construyendo".
Desde entonces, Pärt ha mantenido una relación de más de cuarenta años con esa técnica que él mismo inventó, que ha desarrollado y en la que se ha apoyado para toda su creación. El nacimiento de ese nuevo lenguaje le condujo a un año muy prolífico, 1977, en que compuso algunas de sus obras más interpretadas: 'Cantus in Memory of Benjamin Britten', 'Fratres', 'Summa' y 'Tabula rasa'.
Se trata de una nueva aproximación a la música espiritual, especialmente coral: la voz es esencial en su obra, con un gran peso de la palabra, por lo general sobre la base de textos litúrgicos o plegarias. Pärt fue exiliado por el régimen soviético, que consideró una amenaza su espiritualidad y su innovación compositiva.
Estonia recuperó su independencia en 1991, y Pärt restauró su relación con el país, tanto personal como artísticamente. Su música se volvió a interpretar con regularidad y los lugares en los que vivió en su juventud le ofrecen habitualmente homenajes el día de su cumpleaños.
En 2010, Pärt regresó definitivamente a Estonia, donde vive desde entonces. Ese mismo año, él y su mujer Nora fundaron el Centro Arvo Pärt, cuyo objetivo es crear y mantener el rico archivo personal del compositor y, en paralelo, oficiar como lugar de encuentro para músicos, investigadores y amantes del universo musical.
EL COMPOSITOR VIVO MÁS INTERPRETADO
Tal y como se destaca en el acta, "no es exagerado decir que la obra de Pärt se interpreta constantemente por todo el mundo". Su versatilidad y expresividad ha encontrado su propio espacio también en el cine: sus piezas acompañan a centenares de películas, entre ellas, las de Paolo Sorrentino, Víctor Erice y David Trueba.
Además, dos álbumes del compositor estonio han obtenido sendos premios Grammy. Desde hace ocho años, la base de datos más extensa de interpretaciones en directo de música clásica, la de la revista 'Bachtrack', le sitúa como el compositor contemporáneo vivo más interpretado del mundo.